Martín Di Girolamo presenta «La opacidad de lo evidente» en el Conti desde el 17/8

Martín Di Girolamo presenta "La opacidad de lo evidente" en el Conti desde el 17/8
Luego de realizar una escultura monumental de Gustavo Cerati, que la Argentina donó a Costa Rica, el artista Martín Di Girolamo inaugura su exposición individual «La opacidad de lo evidente», el próximo sábado a las 17 en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. #martindigirolamo #ccconti #haroldoconti #fernandofarina #EvaGrinstein

La opacidad de lo evidente

Martín Di Girolamo – Curador: Fernando Farina
Inauguración: Sábado 6 de agosto / 17 HS
Del 6 de agosto hasta el 2 de octubre de 2022
Av. Libertador 8151, CABA

En este conjunto de esculturas, Martín Di Girolamo recrea situaciones y personas «que resultan confusamente cercanas: podemos no saber bien de quiénes se trata pero creemos haberlas visto antes» -escribe en el texto de sala Eva Grinstein– ya que son obras inspiradas en fotos, noticias, policiales o imágenes viralizadas de la actualidad.

En esta muestra, curada por Fernando Farina, Di Girolamo selecciona escenas en las que parece restituir al menos una parte de todo lo que han perdido, «es reparador y amoroso«, añade Grinstein.

Su talento de escultor reconstruye los cuerpos en esos momentos justos, en el grito, en el forcejeo, en los efectos de diversas catástrofes sobre rostros o torsos. Ahora no es posible no mirarlos.

Ofrecidos a los tiempos largos de la mirada sobre el volumen, dispuestos para el recorrido circular e incluso abiertos a nuestras posibles ganas de tocarlos. Un conjunto de historias tristes que propician nuestra empatía; una pequeña victoria.

La muestra invita a la posibilidad de estar de pie, de manera física, frente a lo que narran esas imágenes destinadas a perderse en el bombardeo cotidiano de los medios, de las redes, de internet.

Di Girolamo (1965) presentó recientemente «Siempre es hoy», una escultura realista de dos metros de alto, del cuerpo completo del mítico músico argentino Gustavo Cerati, entregada como ofrenda al gobierno de Costa Rica, en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de su Independencia.

Previo a la entrega, el artista fue posteando en sus redes los avances de la escultura del músico, su modelado en arcilla que luego fue pasado a resina poliéster, un encargo que recibió del Ministerio de Cultura.

Di Girolamo suele realizar esculturas hiperrealistas que confronta al espectador con modelos de humanidad que actúan como espejos brutales de nuestra realidad. Una de sus series más reconocida es la de figuras dedicadas a mujeres titulada «Diosas», supermodelos que encarnan la belleza del consumo.

Entre sus temas están el de los migrantes y las guerras, o como en el caso de «Ornella y Samo», que se vio en Tecnópolis y muestra a un joven que carga en sus hombros a una chica, «un hombre y una mujer común», convertidos en monumento público.

Su nueva muestra «La opacidad de lo evidente» se verá hasta el 2 de octubre en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Avenida del Libertador 8151, Ciudad de Buenos Aires, con entrada gratuita.

Sobre Martín Di Girolamo

  • Argentina, 1965. Cursó sus primeros estudios en la escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y profundizó su formación con las becas Kuitca (1994) y la del Taller de Barracas (1995-1996) y dirigida por Pablo Suárez y Luis Benedit. Comenzó a exponer en 1987. Reside en Argentina.
  • Principales Exhibiciones Individuales:
    2020 “Get out”, Maman Fine art, Bs As. Argentina / 2019 “Stage Diving”, MNBA Neuquén, Neuquén. Argentina / 2017 “Stage Diving”, Museo Emilio Caraffa, Córdoba. Argentina / 2013 “Entro” en sala C del CCRecoleta, Buenos Aires, Argentina / 2007 “Girls” en la Scott Richards Contemporary art, San Francisco, USA / 2005 “Sola” en la galería Baro Cruz, San Pablo, Brasil / 2003 “Cliché” en la galería Ruth Benzacar, Buenos Aires, Argentina / 1992 “Algunos Artistas” CCRicardo Rojas, Buenos Aires, Argentina.
  • Principales Exhibiciones Colectivas:
    2019 Bienal Sur, Buenos Aires, Argentina / 2010 Bienal de La Habana, La Habana, Cuba / 1996 “Algunos Artistas” CCRecoleta, Buenos Aires, Argentina
  • Principales Premios:
    Segundo Premio Nacional de escultura 2020 / Primer Premio Nacional de escultura 2019 / Primer Premio adquisición escultura OSDE 2006 / Premio Adquisición de escultura Banco Ciudad 2001
  • Colecciones públicas donde figura su obra: 
    MNBA, Buenos Aires. MALBA, Buenos Aires. MNBANeuquen, Neuquen, Argentina. Colección Banco Ciudad, Buenos Aires. Colección Osde, Buenos Aires. MACRO, Rosario, Argentina

Sobre Fernando Farina

Es Vicepresidente de la Asociación Argentina de Críticos de Arte y Vicepresidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, profesor titular de Sociología del Arte y de Introducción a la Gestión Cultural (Universidad Nacional de Rosario), profesor de la Maestría en Curaduría (Universidad Nacional de Tres de Febrero), integrante del equipo curatorial de Bienalsur y curador independiente. Licenciado en Teoría y Crítica del Arte), entre 1999 y 2007 fue director del Museo Castagnino de Rosario, y desde su creación en 2004 y hasta 2007 del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro), institución que fue inaugurada a partir de la conformación de la mayor colección de arte argentino contemporáneo, que lo tuvo como curador. Fue Secretario de Cultura de Rosario (2007-2009), director del Fondo Nacional de las Artes (2007-2016), Director de Artes de la Provincia de Buenos Aires (2020-2021), y director editorial de la serie de fascículos Pintores Argentinos, publicados por el diario La Nación entre 2014 y 2015. Ha colaborado con distintos medios especializados y realizado curadurías en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Uruguay. Ha recibido becas de los gobiernos de España y Francia.

Trece piezas para romper ventanas

Por Eva Grinstein

Las situaciones y personas que Martín Di Girolamo recrea en sus esculturas resultan confusamente cercanas: podemos no saber bien de quiénes se trata pero creemos haberlas visto antes. Y porque quizás alguna vez las vimos -en forma de foto, como parte de una noticia, en una imagen viralizada- suponemos que podemos entender de qué hablan. Pero, ¿cuánto del dolor de esas vidas logra realmente traspasar las pantallas para tocarnos? Somos remotos y pasivos en nuestra condición de espectadores virtuales, estamos condenados a la total fugacidad de lo que podría llegar a conmovernos.

“El orden digital -dice Byung-Chul Han en La expulsión de lo distinto- provoca una creciente descorporalización del mundo. Hoy hay cada vez menos comunicación entre cuerpos. El orden digital elimina los cuerpos que se nos contraponen. (…) El mundo se presenta como placer visual que trata de agradarnos. Tampoco la pantalla visual tiene el carácter de una mirada. Windows es una ventana sin mirada. Nos protege justamente de la mirada. (…) El ruido de la comunicación vuelve imposible estar a la escucha. La escucha tiene una dimensión política. Es una acción, una participación activa en la existencia de otros, y también en sus sufrimientos. Es lo único que enlaza e intermedia entre las personas para que ellas configuren una comunidad”.

El gesto de Di Girolamo al seleccionar estas escenas, decidiendo restituir al menos una parte de todo lo que han perdido, es reparador y amoroso. Su talento de escultor reconstruye los cuerpos en esos momentos justos, en el grito, en el forcejeo, en los efectos de diversas catástrofes sobre rostros o torsos. Ahora no es posible no mirarlos, parece decir. Aquí están, delante de nuestros ojos, amparados por el espacio del museo, ¡y qué hermoso que pueda cobijarlos precisamente este museo! Vuelven. Ofrecidos a los tiempos largos de la mirada sobre el volumen, dispuestos para el recorrido circular e incluso abiertos a nuestras posibles ganas de tocarlos. Un conjunto de historias tristes que propician nuestra empatía; una pequeña victoria.

No es casual que la obra de Martín haya seguido este derrotero, en todo coherente con su compromiso ideológico. Las obras aquí reunidas nos confrontan con lo ominoso y ya no hay manera de seguir de largo. Estamos de pie frente a lo que narraban esas imágenes destinadas a perderse en el bombardeo. No hay me gusta posible; las ventanas, al igual que esas vidas, están rotas. La invitación es dura pero por fin volvemos a ser lo único que puede redimirnos: pura mirada, pura escucha.

fuentes: Télam / El Conti