«Manuel Belgrano y la educación» por Mabel Alicia Crego 

Historias del Bicentenario de la Creación de la Bandera

Manuel Belgrano y la educación" por Mabel Alicia CregoTodos conocemos a Manuel Belgrano por la creación de la Bandera o como uno de nuestros próceres, que más se involucró en las guerras de la independencia.

Pero desconocemos sus ideas en el aspecto educativo y repensarlas hoy, doscientos años después, nos acercan a su pensamiento, su forma de entender la sociedad y las relaciones sociales, sus ideas políticas y económicas.  

En nuestra memoria colectiva, el rol de educador está reservado para Sarmiento.

Todos sabemos que Manuel Belgrano no fue educador, pero quisiera destacar su labor como secretario del Consulado, (ubicándonos a fines de siglo XVIII), donde se preocupa por fomentar la agricultura, la industria y el comercio, tendiendo a favorecer el desarrollo económico, sin descuidar todos los aspectos sociales, para lograr un bienestar general, no sólo a nivel material, sino también a nivel humano, fomentado la educación en todos los niveles sociales.

La primera medida educativa que propone, es la escuela de comercio.

Dice Belgrano “La ciencia del comercio no se reduce a comprar por 10 y vender por 20, sus principios son más dignos y la teoría que comprende es más elevada de lo que puede parecer para aquellos que sin conocimiento han emprendido sus negocios”.

Con el mismo sentido, considera la necesidad de crear la escuela de dibujo y de náutica, que fueron aprobadas en 1799 por el Consulado, a la espera de la aceptación de la corte de Madrid. Comienzan a funcionar en un mismo local, contiguo a la secretaría del Consulado, desde donde Belgrano puede observar e inspeccionar su desenvolvimiento.

Para Belgrano, la educación era entendida, básicamente, como algo fundante y necesario, como “motor de progreso en la sociedad”.

Su profundo idealismo, hace que se sensibilice frente a la situación de los habitantes del campo, los gauchos.

“…en esos miserables ranchos, donde se ven multitud de criaturas, que llegan a la edad de la pubertad, sin haberse ejercitado en otra cosa que la ociosidad, deben ser atendidos…”

“…en un pueblo donde reine la ociosidad, decae el comercio y toma su lugar, la miseria…”

Según sus palabras: “se deben crear escuelas gratuitas, sin distinción de barrios y debían promoverse en todas las ciudades, pueblos, villas y lugares que estén sujetos a nuestra jurisdicción, comisionando para ello a los diputados y pidiendo auxilio al excelentísimo señor virrey, a fin de que se comunicase sus ordenes para que todos los gobernadores y demás jefes cooperasen en estos establecimientos tan útiles”.

Pensemos que en esa época solo existía en Buenos Aires la escuela de primeras letras, que se llamaba “del rey”, por serla única que costeaba la corona de España, (donde solo asistían niños varones).

Belgrano, educado esmeradamente en España, tomó los principios de la ilustración española, siendo profundamente católico, promovió el estudio del catecismo en las escuelas.

Manuel Belgrano y la educación" por Mabel Alicia CregoTambién se ocupó de la educación de las niñas, proponía la creación de escuelas gratuitas para niñas. En este punto quisiera profundizar.

En aquella época, ninguna niña recibía instrucción, solo tenían muy pocos libros y lo que sus padres podían ofrecerle en el ámbito de la casa, el rol de la mujer estaba asignado a realizar las tareas del hogar y criar a los hijos.

En las clases altas, algunas tenían profesores de música y tocaban algún instrumento, cosían sus propias prendas y hasta sus zapatos, sentadas juntas en los estrados o en el alfeizar de las ventanas. Las mujeres en la campaña de las clases más humildes, se ocupaban de los quehaceres del campo, de los animales de granja y de todas las tareas del hogar.

Las mujeres de la elite, se casaban muy jóvenes, (generalmente con hombres mayores, impuestos por su padres) pasaban de la tutela del padre a la tutela del esposo.

La Real Pragmática de 1776 decía, entre otras cosas, que las niñas, solo podían casarse, sin autorización de sus padres, después de los 25 años. Para esa edad ya eran “viejas” (de allí el dicho popular, quedarse para vestir santos) y solo les quedaban dos caminos, o vivir en casa de algún hermano y criar a sus sobrinos o ir al convento.

En realidad, tampoco era fácil ingresar al convento, debían ser hijas legítimas, blancas, de intachable moral y depositar una dote a la congregación.

Para dar ocupación a las gentes pobres y especialmente a las niñas, Belgrano señala la utilidad de escuelas de hilar lanas. Las hilanderas y tejedoras eran oficios considerados “mujeriles”.

Manuel Belgrano y la educación" por Mabel Alicia CregoConvencido de la utilidad de estas escuelas de hilar lanas, pensó que sería apropiado que, en las escuelas gratuitas para niñas, se les enseñara: la doctrina cristiana, a leer, escribir, bordar, coser e hilar, ”para combatir en ellas la ociosidad y hacerlas útiles en el hogar, permitiéndoles ganarse la vida en forma decorosa y provechosa, fomentando en ellas el amor al trabajo”.

El deseaba crear escuelas para niñas, porque pensaba que para ser buenas madres las mujeres debían educarse, ya que el hogar es donde se incorporan los principios humanos y bases de buena educación.

Belgrano, desde 1794 a 1806, realizó esfuerzos imponentes a favor del bien público. Pero lamentablemente, no pudo mantener en pie a las escuelas especializadas. En 1802, la corte de Madrid, envía órdenes terminantes para suprimir los establecimientos por ser considerados “mero lujo” para la colonia.

Más dificultades tuvo, con la educación de las mujeres, las clases de agricultura para los labradores y, sobre todo, las escuelas gratuitas para el bajo pueblo. El rey de España en decadencia, le impidió concretar todos sus sueños.

La corte, el gobierno de Buenos Aires y los miembros del consulado frenaron cada uno de sus propósitos.

Pero, poco tiempo faltaba ya, para que guardara su distinguida pluma y desenvainara la espada, para enfrentar a los ingleses en las invasiones de 1806 y 1807 y a los españoles en las guerras de la independencia. De eso me ocuparé en otra ocasión.

 

Mabel Alicia Crego  email
Maestra Secretaria JIC Nº 4 D. E. 6 º

FUENTES:

  • “Manuel Belgrano” de Félix Luna Edit. Planeta
  • “Mujeres tenían que ser” de Felipe Pigna Edit. Planeta
  • “La sociedad de antaño” de Octavio Battolla Edit. Emece
  • “Historia de Belgrano” de Bartolomé Mitre (tomo 1)
  • www.me.gov.ar 
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