Luis Viale, genovés, fue un hombre culto y distinguido que se destacó en San Nicolás y que también es recordado por su actuación en la ciudad de Buenos Aires donde, en 1863, reunía en su casa a los fundadores del Hospital Italiano del Río de la Plata.
Fue uno de los iniciadores del actual Banco de Italia y Río de la Plata del cual hubiera sido su primer presidente si el destino no lo hubiera llevado a morir en el incendio del vapor “América”, en el año 1871, en aguas del Plata, mientras viajaba a Montevideo a raíz de la salud de su sobrino Aurelio a quien se le recetaran baños de mar.
Viale, que pensaba viajar en el “Villa del Salto” cambia, a último momento, sus pasajes para viajar con unos amigos comunes que habían tomado pasajes en el “América”. Su espíritu generoso lo llevó, el 24 de diciembre de 1871, a salvar la vida de una madre, la señora Carmen Piñedo de Marcó del Pont, sacrificando la suya. Pero no fue la única muestra de hidalguía en su vida ya que un día, al pasear por el muelle de nuestra ciudad, vio a un hombre que se había caído al agua. Viale, sin dudarlo, se tiró al río rescatando al caído. En 1859, junto con otros compatriotas presidió a una entidad defensora de la ciudad ante el avance de fuerzas invasoras.
Durante la epidemia de fiebre amarilla, luego de resguardar a su gente en el pueblo de Moreno, retornó a Buenos Aires para dedicarse al cuidado de los enfermos. El doctor Manuel Quintana, gran admirador de la memoria de Viale, decía de él: “La probidad, la dignidad y la bondad, en sublime Luis Viale, que ha ennoblecido a la humanidad al sacrificar su vida para salvar a la ajena, entrando a las regiones de la inmortalidad”.
