Mi nombre es Lucy.
Visité Argentina en el año 2003, y gocé de una ciudad tradicional, auténtica, única. Única como su metro, como Chacarita, como sus gentes…
Conocí Chacarita el 31 de diciembre de 2003, al intentar conocer Buenos Aires por mi cuenta y no ir con el grupo de viaje. Tomé el metro (ustedes lo llaman Subte), y bajé en la estación Federico Lacroze. Caminé por un barrio hermoso y llegué a un Cementerio, que me hizo recordar nuestro Cementerio Central de Bogotá, ciudad de donde soy y donde resido, en donde reposan los restos de los personajes más ilustres del país.
Caminé por las calles y encontré una barbería tradicional, en cuya puerta aparecía un trozo de periódico destacando la antigüedad del sitio y haciendo una especie de homenaje al lugar. Me pareció hermosísimo.
Realmente disfruté demasiado ese día, porque, no sé por qué, pero siento una gran emoción y nostalgia a la vez, por aquellas zonas, construcciones, automóviles, en fin, que se mantienen en el tiempo, que aún no se han dejado contaminar por el “futurismo” y que lo transportan a uno a lugares y momentos insospechados.
Gracias Argentina, Gracias Buenos Aires, Gracias Chacarita…
Lucy Jiménez