Subte: el Gobierno porteño realizará los estudios de ingeniería de la futura Línea F. La próxima línea facilitará el desplazamiento norte-sur, descongestionará a la Línea C y potenciará el uso de las demás líneas radiales (A, B, D, E). El primer tramo proyectado beneficiará a aproximadamente 300 mil personas. #subterraneo #lineaf #sbase
Con el objetivo de eficientizar los recursos existentes, adaptar el proyecto a las transformaciones que tuvo la configuración de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos 20 años, y adecuarlo al contexto macroeconómico actual, Subterráneos de Buenos Aires desarrollará la ingeniería de la nueva Línea F con equipos propios.
Desde Subterráneos de Buenos Aires se estuvo trabajando en una nueva propuesta que significará un ahorro muy importante para el Estado y permitirá adaptar el desarrollo de la línea a una Ciudad que se ha configurado de una manera diferente. En suma, se plantean dos grandes ejes que llevan a modificar en parte lo planificado.
El primer tramo a desarrollar es el que va desde la estación Constitución de la Línea C a Callao de la Línea D.
Historia de la planificación de la Línea F
La construcción de la Línea F comenzó a analizarse hace más de 20 años y se incluyó en la ley 670, votada por la Legislatura en 2001. Es decir que fue pensada para una ciudad muy distinta a la actual: en todo este tiempo, las formas de movilidad y los medios de transporte público disponibles fueron cambiando. Además, en el último año, los recientes cambios introducidos a partir de la dinámica del teletrabajo, están obligando a repensar las inversiones en materia de infraestructura urbana.
Por un lado, al ser un proyecto de hace 20 años, es necesario repensar las etapas de ejecución de la línea, sus instalaciones complementarias, su forma de operación y la sinergia de las distintas inversiones teniendo en cuenta la dinámica de los cambios en las condiciones de vida y la movilidad que se presentan en la ciudad, para poder avanzar con una propuesta más flexible, eficiente y resiliente desde el punto de vista técnico, económico y social. Esto es, analizar el proyecto de acuerdo a la configuración actual y los posibles escenarios a futuro de la Ciudad de Buenos Aires, con su densidad poblacional, sus actividades actuales, la intermodalidad con la red mejorada y ampliada de trenes y Metrobus, pensando de manera integral al sistema de transporte público urbano.
Por otra parte, la mejor opción que se presenta actualmente es desarrollar la ingeniería del proyecto con personal propio, debido a una cuestión presupuestaria, teniendo en cuenta el contexto macroeconómico en el que se encuentra el país y la dificultad de que empresas extranjeras se hagan cargo de un proyecto de esta dimensión, que lleva años.
Subterráneos de Buenos Aires cuenta con un equipo de profesionales altamente capacitado que ha diseñado y licitado con éxito durante los últimos 20 años los distintos tramos de la Línea H. Dicho equipo, ha sido reforzado recientemente mediante la incorporación de algunos profesionales que fueron responsables de realizar los anteproyectos de las obras más transformadoras de los últimos años en materia ferroviaria como los viaductos del Mitre, San Martín y Belgrano Sur.
El proyecto
El primer tramo proyectado beneficiará a, aproximadamente, 300 mil personas y permitirá utilizar parte de las inversiones ya realizadas y la infraestructura existente, maximizando el ahorro y la eficiencia.
La licitación original tenía un presupuesto estimado de 5 millones de dólares. Sin embargo, de acuerdo a las consultas que se fueron recibiendo al respecto, se estima un presupuesto real ronda entre 8 y 10 millones de dólares en un plazo de 18 meses.
Al hacerlo con recursos propios, tomando en consideración los costos directos de salarios y equipamiento y los costos indirectos, el presupuesto total estimado ronda los 3.000.000 de dólares, es decir, una tercera parte de la licitación original.
De esta manera implicaría un ahorro total de entre 6.000.000 y 7.000.000 de dólares aproximadamente, entre los que se incluye la reutilización de documentación ya generada en el marco de otros contratos de consultoría, el ahorro de un veedor encargado de revisar ese proyecto realizado por terceros y de los gastos que implica contratar a una consultora.
Objetivos nueva Línea F:
- Llegar primero a zonas más densamente pobladas y con mayor cantidad y diversidad de actividades;
- Lograr una mayor eficiencia: aumentar beneficios y reducir costos;
- Optimizar el uso de la infraestructura existente; y
- Priorizar la conectividad con otros medios de transporte.
Primera etapa del estudio
Dentro del trazado previsto para la Línea F, el tramo que se presenta como prioritario es el que une Constitución con la Plaza Rodríguez Peña. Ese es el eje central del proyecto de esta línea que tendrá un rol clave en la conectividad e intermodalidad de los viajes en la ciudad, ya que facilitará el desplazamiento norte-sur, descongestionará a la Línea C y potenciará el uso de las demás líneas radiales (A, B, D, E).
Ese tramo coincide con la zona más densamente poblada. De esta manera, se beneficiaría a unas 213.000 personas que constituyen la población residente en esa zona y se calcula una demanda diaria estimada de entre 270.000 – 300.000 pasajeros.
Etapas
Plantear la ejecución en etapas permite hacer primero el tramo que cuenta con mayor demanda potencial y que brindará los mayores beneficios para los usuarios con los recursos disponibles en un contexto macroeconómico desfavorable.
En ese marco, el primer tramo que contempla el estudio de ingeniería es el central, que une Constitución con la Plaza Rodríguez Peña y que, a futuro, permitirá combinar con todas las líneas menos con la H. Su extensión es de 5,2 km y se proyectan seis estaciones.
Además, incluye un enlace operativo con la Línea H, que ya estaba previsto, con lo cual se podrán utilizar los talleres de esa línea para los trenes de la nueva línea F, maximizando la utilidad de la infraestructura existente. Este enlace operativo se ejecutará debajo de la calle Pacheco de Melo entre Callao y Las Heras. Tendrá 800 metros de longitud y se prevé utilizarlo como cochera para ocho formaciones.
Como se menciona antes, uno de los principales objetivos es lograr una mayor eficiencia, esto implica, aumentar los beneficios y reducir los costos. Y para esto se tuvieron en cuenta tres criterios:
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Equilibrio. Para alcanzar una mayor eficiencia y eficacia de la red, conviene priorizar la intermodalidad (Tren – subte y colectivo – subte), ya que permiten captar más pasajeros y obtener una demanda y circulación más equilibradas al sumarlas con otros tipos de viajes más cortos.
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Combinación – Rotación. A mayores posibilidades de combinación, hay una mayor rotación de la gente que utiliza cada línea de subte y con eso aumenta el índice pasajero/kilómetro.
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Diversidad horaria – pico. Priorizar los lugares de alta densidad residencial y los de gran atracción de viajes con distintos tipos de actividades que presentan diversidad horaria de ingreso y salida, derivará en una mayor distribución de viajes a lo largo del día, reduciendo los picos más marcados y aprovechando mejor la inversión en infraestructura y trenes.
De esta manera, se favorecería la optimización del material rodante porque habría una utilización más equilibrada a lo largo del día. Y esto resulta fundamental teniendo en cuenta que el mantenimiento y la compra de trenes son muy costosos.