Juan Carlos Romi: Reunión Sub 80 de la Barra de la Esquina de Manzoni y Rafaela

Reunión Sub 80 de la Barra de la Esquina de Manzoni y Rafaela

Algunos de los sobrevivientes de la Barra de la Esquina, aquellos pibes que nos juntábamos en la década del 50 y 60 del siglo pasado en Manzoni y Rafaela nos reunimos nuevamente el 12 de diciembre de 2019.

Esta costumbre la venimos haciendo periódicamente a partir de aquel reencuentro que aconteció en 2014 luego de haber trascurrido 60 años sin noticias de cada uno de nosotros, hecho que manifesté en dos notas anteriores que me publicó Barriada en 2010 y 2014.

En esta oportunidad nuevamente fuimos convocados por el inefable “Negro” Iglesias para reunirnos en la ya tradicional y antigua casona gallega “Valle Miñor” de la Calle Rafaela 4840 donde se come en forma pantagruélica, todo siempre coordinado por el inquieto Eduardo Anidjar.

En los últimos años nos reunimos allí, con la concurrencia fija de los infaltables (además del Negro Iglesias y Eduardo Anidjar), del Pepe Anidjar, Augusto Bianchi, el “Willi” Almeida, el “Niber” Farinella,, “Hectitor” Lamela, mi hermano Mario Romi, y yo.

En esta oportunidad se contó también por primera vez con la presencia de otro participante de la barra: Aníbal el “Pichi” Galletti. Se extrañó las ausencias de los hermanos Vecchio (Agustín y Pepito), la de Edgardo Kiernan y la del “Gallego” Lamela” y, por razones de salud, las de Horacio Kiernan y el “Flaco” Morgade.

Como en las circunstancias anteriores, el tenor de nuestras charlas, predominantemente evocativas, estuvo plagada de recuerdos  y anécdotas de un tiempo  pasado que ha dejado huellas indelebles en cada uno de nosotros, al punto tal que son narradas, como si fueran vivencias recientes, sobre todo por parte de Edgardo Bianchi, que siempre lleva la voz cantante y dada su memoria prodigiosa  lo convierte en un cronista vivo de todo lo que ha acontecido en el barrio de Villa Luro en los últimos 70 años.

El centro del anecdotario giró alrededor de hechos vividos por cada uno de nosotros en aquella época relacionados con juegos, entretenimientos, picardías de chicos, recuerdos de gentes y personajes del barrio, y sobre todo, lo relacionado con la historia de la Asociación Vecinal de Fomento Los Amigos de Villa Luro, sita en calle Ramos Falcon 5176, donde varios de los convocados han participado activamente en las distintas actividades que desarrolló la institución desde hace tantos años.

Por lo tanto, sigue siendo esta experiencia, la de un grupo de sub 80 años de edad, que revivimos nuestra infancia en el barrio de Villa Luro, como forma de presentizar las vivencias pretéritas de una época lejana ya de nuestras existencias que, como un hecho irrepetible, para cada uno de nosotros, su recordación se transforma, por un rato, en una mágica evocación de un tiempo que fue gratificante e imborrable.

 Dr. Juan Carlos Romi (“Carlitos de la peluquería”)