Todos aquellos que han tenido la suerte de vivir en este barrio, sienten una especial atracción por sus esquinas y casas tradicionales. Es considerado uno de los más clásicos ya que a través del tiempo sus calles, personajes, clubes y diarios locales se han encargado de crear una verdadera comunidad en ese lugar.
Es un barrio muy particular, lleno de historia, de cultura y de personalidad. Cuenta todavía con casas de una o dos plantas, con fachadas de diferentes estilos, como » art decó», «art nouveau» y «academicismo», algunas típicas neocoloniales, etc. que recuerdan el pasado glorioso y rico del Flores de las quintas veraniegas. También conviven con torres de departamentos, de todo tipo. Es un barrio lleno de sol y de luces, con mucho movimiento de gente y mucha vida.