Nace el 27 de marzo de 1901 en la calle Paso 113, Balvanera (Once). En 1906, muere su madre, y tres años después, su padre. Va a vivir con Armando, hermano catorce años mayor. En su nuevo domicilio, Rioja, tirando para Chiclana, Parque de los Patricios, Enrique halla el ambiente social acorde con las ideas que le daban vuelta por la cabeza. Los Artistas del Pueblo habían levantado su guarida intelectual proletaria en el cuarto piso de la calle Rioja 1861 y pasaje Garro y con ellos (“Los locos del cuarto piso”) se vincula.
Y fueron los precursores del Grupo Boedo; hijos de obrero o de la clase media baja, buscaban en el arte una herramienta de transformación social (Boedo) y se oponía radicalmente al esteticismo….(Grupo Florida, el arte por el arte mismo) Y Enrique se va formando.
Su circunstancia personal, unida a la Argentina de la Década Infame del Treinta, no le permite ser optimista. De ahí sus tangos:
Yira Yira (1930) “ Cuando la suerte que es grela, fayando y fayando te largue parao; cuando estés bien en la vía, sin rumbo, desesperao; cuando no tengas ni fe, ni yerba de ayer secándose al sol; cuando rajés los tamangos buscando ese mango que te haga morfar…” “Cambalache” (1934) con aquel verso definitorio: Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé…¡En el quinientos seis y en el dos mil también! Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos… “el que no afana es un gil”
Pero, según Enrique, el país cambia y él también. En la campaña electoral del ‘51, dialoga por radio con “Mordisquito” (la contra) y le dice: ¡a mi me la vas a contar!”.. “¡Claro que vamos a discutir! No es que ser porteño signifique, obligatoriamente, ser descreído o ser escéptico” “…¡eso de seguir negando las cosas por inercia o como postura, no!
“Resulta que antes no te importaba nada y ahora te importa todo… Pasaste de náufrago a financista sin bajarte del bote” … ¿ por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceilán!. Eso es tremendo. Mirá que problema. Leche hay, leche sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden ir a la escuela con la vaca puesta. ¡Pero no hay té de Ceilán!..” (“E.S.D. Mordisquito ¡a mí no me la vas a contar”.Ed.Real.Política, p.20)
“..un mismo creador (Enrique S. Discépolo) logra -en el teatro, el cancionero popular, la radiofonía e inclusive el humorismo- a través de distintos medios, un notable aporte a la “cultura nacional”, es decir, la expresión de las emociones y sentimientos, frustraciones y proyectos, dolores, júbilos y esperanzas de nuestro pueblo, sublimado en los diversos lenguajes del arte.
Sus amigos del teatro y del cine, no toleraron sus ideas. En la balanza pesaba más la política que el gomía. Enrique, que había hecho un culto de la amistad, queda aislado.
Muere de angustia el 23 de diciembre de 1951.
Bibliografía : “Discépolo y su Época”. Galasso. Corregidor.