Diego Santilli inauguró, junto al alcalde de Ámsterdam, Eberhard van der Laan, la muestra «Que me dejen ser yo misma» dedicada a Ana Frank, en la cual se puede conocer su historia, exhibida en la Sala Laberinto de la Usina del Arte, A. Caffarena 1 en La Boca, edificio emblemático que se ha convertido en un gran polo cultural.
El vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, inauguró una muestra sobre la vida y obra de Ana Frank en la Usina del Arte junto al alcalde de Ámsterdam, Eberhard van der Laan, el embajador de los Países Bajos en la Argentina, Martin de la Beij, y Héctor Shalom, director del Centro Ana Frank.
La exhibición cuenta con imágenes y objetos originales de la casa en la que Ana Frank y su familia se escondieron durante la ocupación nazi en Ámsterdam.
La de Ana es una voz «que debemos mantener viva y que todos debemos escuchar», destacó Diego Santilli.
Durante la inauguración, el alcalde van der Laan agradeció la voluntad de Buenos Aires por mantener viva la historia y la memoria de Ana Frank y el ballet Dansmakers Amsterdam hizo una presentación de danza contemporánea.
Ana Frank es una niña judía que, durante la Segunda Guerra Mundial, tiene que esconderse para escapar a la persecución de los nazis. Junto con otras siete personas permanece escondida en la ‘casa de atrás’ del edificio situado en el canal Prinsengracht n° 263, en Ámsterdam. Después de más de dos años de haber estado ocultos, los escondidos son descubiertos y deportados a campos de concentración. De los ocho escondidos, solo el padre de Ana, Otto Frank, sobrevive a la guerra. Después de su muerte, Ana se hace mundialmente famosa gracias al diario que escribió durante el tiempo en que estuvo escondida.
«Que me dejen ser yo misma y me daré por satisfecha». Ana Frank escribió esta frase en su diario el 11 de abril de 1944. Para entonces, llevaba casi dos años escondida en Ámsterdam. Ana soñaba con convertirse en escritora y periodista una vez terminada la guerra.