En el bicentenario de la creación de la Bandera, me propuse hacer un pequeño recorte sobre la confección de la primera Bandera de la patria.
Considero que las mujeres han pasado al margen de nuestra historia y es el momento de reivindicar su valor y compromiso con la causa patriótica.
Una de ellas es, Maria Catalina Echeverría de Vidal. ¿Quién fue esta mujer, olvidada por la historia, que realizara tan emblemática tarea?…
No existían hasta el momento calles, plazas o monumentos en Rosario que la mencionaran.
Una iniciativa de la “Asamblea 20 de junio Feriado no Trasladable”, permitió la aprobación en diciembre del año pasado (2011) de un decreto del Concejo municipal para concretar ese homenaje.
“No existía referencia alguna de esta mujer en todo el radio urbano de Rosario”, dice Adolfo Paulón, historiador y director de la Asamblea 20 de junio y uno de los impulsores centrales de la iniciativa.
“Logramos el homenaje para una mujer que era desconocida y que casi estaba olvidada en su lugar de nacimiento”, explica el investigador.
“Maria Catalina Echeverría de Vidal no sólo confeccionó la primera bandera argentina. Asistió también a la ceremonia de jura, a orillas del Paraná y frente a las baterías de artillería Independencia y Libertad”. Para darle una dimensión a ese episodio el historiador Paulón explica que “no era común que asistieran mujeres a una ceremonia militar”.
Para ubicarnos en la historia, recordemos que a fines de 1811 las derrotas militares en el Alto Perú, el acecho del virrey de Elío en Montevideo y el dominio naval realista sobre nuestras costas, fue un momento crítico para la causa revolucionaria.
El primer triunvirato decide enviar a la “Villa del Rosario” al General Manuel Belgrano a bloquear el paso de los españoles a través del Río Paraná.
Manuel Belgrano, en una de sus cartas, manifiesta la necesidad de contar con símbolos que expresen la unión y compromiso del pueblo con la revolución, marcaba la necesidad de diferenciarse del enemigo, pues ambos bandos usaban los mismos colores (rojo y gualda), proponiendo al gobierno patrio la creación de la Escarapela Nacional. Dijo: “para distinguirnos de ellos y de todas las naciones”.
El 18 de febrero de 1812 el triunvirato determina por decreto el uso de la escarapela azul-celeste y blanco (documento Nº 602 de Patrimonio e Instituto Histórico).
Belgrano llega desde Buenos Aires a Villa del Rosario y aunque no conoce a la gente de la zona, tiene un amigo, Vicente Anastasio de Echeverría, hombre de activa participación política, (ambos fueron enviados en misión diplomática al Paraguay y fue allí, que al pasar por Rosario se alojaron en la casa de su hermana Maria Catalina Echeverría de Vidal.)
Por este motivo al llegar a Villa del Rosario para hacerse cargo del ejército, Belgrano se hospeda en su casa.
Desde esta residencia se podía observar muy bien las tareas de fortificación con árboles de la costa, que se estaban realizando en la barranca e isla fronteriza.
El General deseaba finalizar la obra de inauguración de las baterías de artillería “Libertad” e “Independencia”, con una ceremonia patriótica y jura de sus soldados y le encarga a Maria Catalina la confección de una Bandera.
Tomando los materiales de la tienda de su padre adoptivo, (Pedro Tuella) las diligentes manos de Maria Catalina y otra vecina, cosieron los paños y les pusieron hilos de oro dando nacimiento a la primera Bandera de la Patria de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En solo cinco días, el sueño celeste y blanco de Manuel Belgrano, se hace realidad (se cree que la bandera que realizan, estaba compuesta por solo dos franjas, una blanca y otra azul-celeste, sin otro aditamento).
Esto escribió Manuel Belgrano…“siendo preciso enarbolar Bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela Nacional”…
El 27 de febrero de 1812 a las 18,30 horas, se enarbola un pabellón que representará a la revolución, frente a los soldados sus baterías de artillería y todo el vecindario enfervorizado de la Villa del Rosario.
El General Manuel Belgrano dijo: “Soldados de la Patria, hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional, que ha designado nuestro excelentísimo gobierno. Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores y la América del Sur será el templo de la Independencia y de la libertad. En fe de lo que así os juráis, decir conmigo ¡VIVA LA PATRIA!. Señor Capitán y tropa destinada por primera vez a la batería Independencia id, posesionaos de ella, y cumplid el juramento que acabáis de hacer”.
En las barrancas del Rosario el General Belgrano eligió a Cosme Maciel como vecino destacado, el honor de enarbolar la primera Bandera Argentina por primera vez, mientras se juraba vencer a los enemigos de la revolución.
Considero fundamental destacar la participación de María Catalina Echevarria de Vidal en tan noble tarea, como la confección de nuestra bandera, símbolo de identidad de todos los argentinos y su participación como representante de las mujeres que se involucraron con la causa patriótica, en un contexto en el que se encontraba postergado su rol social.
Doscientos años después de aquella gesta, una placa colocada en el pasaje Juramento, a metros del Monumento Nacional a la Bandera, se convirtió en el primer recuerdo formal que se le tributa a Maria Catalina Echeverría de Vidal en su ciudad natal, Rosario
Mabel Alicia Crego – Maestra Secretaria
Docente JIC 4 d.e. 6º
Fuentes de la recopilación histórica:
“Diario Clarín” 28/2/2012 nota de Mauro Aguilar
“Cronista Mayor de Buenos Aires” Casa del Historiador GCBA.
“Mujeres tenían que ser” de Felipe Pigna.
Foto de Internet de Maria Catalina Echeverría de Vidal
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