Renovación del Pasaje 5 de Julio en el barrio de Monserrat

El pasaje reabrió con nuevo equipamiento urbano y la renovación de su acera y calzada, respetando sus materiales originales. El dato importante es que allí se peleó contra los invasores ingleses en 1807.

Se abrió al público el Pasaje 5 de Julio, ubicado en el barrio de Monserrat. Gracias a las obras realizadas, el mismo fue renovado con la instalación de nuevo equipamiento urbano y la nivelación de acera y calzada.

Ubicado entre la calle Venezuela y la Avenida Belgrano, el pasaje adquirió la condición de peatonalidad de acuerdo a los lineamientos dispuestos en la Ley n° 5177/2014. Debido a ello se intervino para nivelar su acera y calzada, donde se conservó su material original: granitullo y adoquinado.

Como parte de la remodelación se instalaron farolas históricas para iluminación peatonal, canteros con ejemplares de Photinia Fraseris y bancos de tipo bolardo alfil.

«La puesta en valor de este Pasaje forma parte del plan Monserrat Peatonal que implica también la intervención de las calles Alsina, Moreno, Perú, y Tacuarí. Estamos dando prioridad al peatón y mejorando el espacio púbico», expresó Franco Moccia (Ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad).

Además se colocó una pantalla interactiva que contendrá próximamente información histórica del lugar: relación del pasaje con las invasiones inglesas, fotografías de la época, planos antiguos para ver la conformación del pasaje en la trama urbana, información sobre la obra (antes y después), y agenda de actividades, tanto del Gobierno de la Ciudad como de locales comerciales, culturales y centros de estudio vecinos al pasaje. A su vez, toda la cuadra cuenta con una conexión gratuita de WiFi.

Un pasaje con historia

El pasaje es un lugar de alto valor histórico, cuyo nombre hace referencia al 5 de julio de 1807. Ese día las valerosas tropas de Santiago de Liniers y Martín de Álzaga se enfrentaron a las fuerzas invasoras inglesas, que se habían atrincherado en la iglesia de Santo Domingo, ocupando la única torre que por entonces estaba construida. Nuestros soldados lograron vencer a los invasores que intentaban apoderarse de Buenos Aires por segunda vez. Según los historiadores, los cuerpos sin vida de los enemigos fueron enterrados en el pasaje, que en ese entonces era parte de la huerta del convento de Santo Domingo.

Muy cerca del lugar, en el atrio de la iglesia sobre Av. Belgrano, en 1903 se inauguró el mausoleo del General Manuel Belgrano, realizado por el escultor Ettore Ximenes. También están sepultados los restos del General Antonio González Balcarce y de Hilarión de la Quintana, así como los de Martín de Álzaga. El 21 de mayo de 1942 el convento de Santo Domingo fue declarado Monumento Histórico Nacional.

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