Presentación del libro Deseo Consumido en el Museo Saavedra

El Museo Histórico «Cornelio de Saavedra», la Agrupación Vecinos por la Ecología y la Junta de Estudios Históricos de Núñez y Saavedra invitan a participar el día sábado 9 de junio a las 16:30 en el Museo Saavedra (Av. C. Larralde – ex Republiquetas – 6309) de la charla «Deseo Consumido o cómo Desconsumirnos», a cargo de Evangelina Himitian y Soledad Vallejos, autoras del libro. Entrada libre y gratuita. No se suspende por lluvia.

Las periodistas Evangelina Himitian y Soledad M. Vallejos investigan el fenómeno del hiperconsumismo en la sociedad actual a través de la experiencia personal pero también del análisis profundo de todos los aspectos que nos involucran en la vida cotidiana, aun aquellos que no pensamos al decidir «comprar».

A través de este encuentro nos invitarán a conocer su experiencia y acercarnos a ser verdaderos consumidores conscientes al mostrarnos las realidad escondida detrás de lo que compramos. Un motivo más para dejar de lado el consumismo que sólo traer perjuicios para nuestro planeta Tierra.

Evangelina Himitian y Soledad Vallejos suscribieron un contrato a través del cual pasarían un año entero sin consumir nada que no fuera necesario para la subsistencia. Para ello firmaron un contrato en el cual quedan fuera de la experiencia los hijos, y lo que afecta directamente a la familia, pero con el compromiso de que aún en esos temas se priorizaría el consumo responsable. Comprar un libro, ir a la peluquería, reponer una prenda rota, y mil cosas más quedaron fuera del convenio. Este libro es el reflejo de la experiencia vivida (¿o padecida?) durante un año..

Durante la charla estarán a la venta ejemplares del libro «Deseo Consumido«. Para mayor información pueden escribir a: [email protected] o llamar al Museo Saavedra al TE: 45720746.

EL CONTRATO

No perseguimos un objetivo económico. No pretendemos ahorrar dinero justamente ahora que el dinero vale tan poco. Cuando terminemos este año, el 1° de abril de 2017, la conclusión no será: «Hemos ahorrado $ 54.943,22 y con eso compramos un Renault 11 a gas y lo pusimos a trabajar con Uber». Eso no va a ocurrir.

En cambio, esperamos salir de esta experiencia enriquecidas. No monetariamente, sino por la posibilidad de compartir, de regalar, de sobrevivir alejadas del consumismo como razón de compra.

En la ciudad de Buenos Aires, siendo el 31 de marzo de 2016, Soledad Vallejos y Evangelina Himitian, de ahora en adelante LAS EX CONSUMIDORAS, suscriben voluntariamente el presente contrato con ellas mismas.

ALIMENTOS E HIGIENE: Durante este año sólo compraremos las cosas que necesitemos en lo que hace a alimentos, productos de higiene y limpieza. Es decir, a toda esa lista de cosas que no nos dan placer per se, pero que requerimos para que la casa y la familia sigan en funcionamiento.

RUBRO REGALOS: La compra de regalos queda prohibida. Lo sentimos mucho. Este año sólo les regalaremos a los nuestros cosas que sabemos que les gustan y que no pueden ser compradas. Esto implica todo un desafío: poner a prueba cuánto conocemos a aquellos que están cercanos a nosotras. Intentaremos sorprenderlos, tal vez, con algún objeto nuestro que siempre hayan elogiado o con algún libro que nos encantó a nosotras y sabemos que a ellos les va a gustar. Se acabaron los regalos monetariamente impersonales. Y cuando seamos nosotras las destinatarias del regalo, la política será la misma. Sólo podremos aceptar algo usado (y amado) por aquel que nos lo ofrece. Si llegan regalos nuevos, sepan que serán recirculados. Se trata de dejar de acumular.

LOS NIÑOS: Los chicos de la casa quedan excluidos de este sistema. Las dos somos madres y queremos evitar que nuestra experiencia afecte negativamente su crianza. Compraremos para nuestros hijos sólo aquellas cosas que necesiten, incluyendo regalos para ellos y sus amigos, y aplicando un criterio de consumo responsable.

LA PELUQUERÍA Y EL SALÓN DE BELLEZA: No nos cortaremos el pelo si tenemos que pagar por ello. En cuanto a tinturas y baños de crema, sólo los autogestionados. Tampoco acudiremos a salones de belleza para hacernos las manos o los pies. La depilación está okey, por razones obvias.

GASTRONOMÍA: Salir a comer es un placer que sí nos vamos a permitir, siempre con un criterio de responsabilidad social, y entendiendo que las experiencias y los buenos momentos compartidos con la gente que uno quiere no se acumulan sino que se atesoran. Sólo por eso.

PASEOS Y VACACIONES: El mismo criterio aplicaremos a los paseos en familia y a las vacaciones. No los evitaremos. En cambio, elegiremos siempre la opción más austera disponible, priorizando el tiempo compartido juntos y no el destino.

              Evangelina Himitian                   Soledad M. Vallejos  

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