Estimado Papa Francisco:
No hace falta que escriba que su asunción como Papa ecuménico ha sido un hallazgo extraordinario para toda la feligresía Católica y por extensión a los millones de ciudadanos que en esta etapa histórica de la humanidad poblamos el mundo.En algún tiempo futuro,cuando las actuales generaciones ya no sean parte de ese mundo fantástico que seguramente estará por llegar,usted se habrá ganado con toda justicia el respeto y admiración de todos.
Cuando el nombre San Lorenzo le debe traer una sonrisallena de simpatía,muchas veces he pensado que, en sus noches antes de alcanzar a conciliar el sueño,las imágenes de las estaciones MISERERE,CASTRO BARROS, RIO DE JANEIRO, ACOYTEy/o PRIMERA JUNTA,cuyos viejos vagones de madera queacaban de ser retirados de circulación después de 100 años de servicio, alguna cuota de legítima nostalgia lo debe invadir.Lo mismo que cuando volando con su imaginación recuerde los colectivos 65, 85, 15 y tantos más. Como dice un tango de Homero Manzi ( “veredas que yo pisè» ).No sé si las baldosas vendrán de fábrica con memoriapero, si así fuera,seguramente ellas guardaranrecuerdos de sus pasos.
El Tango no le ha pasado desapercibido en su paso por la vida. Hasta me animo a afirmar que muchas letras y melodías de ellos,deben de anidar dentro de su memoria.
Ese barrio de Boedo ha dado a Buenos Airees muchos poetas que con el tiempo sus figuras se han agigantado. Pero seguramente debe de ser HOMERO MANZI el que mejor lo pintó.En una audición que un grupo de socios del Club ALBERDI de Tigre ( Cazón 1258 ) supimos hacer en una radio FM denuestra localidad, alguna vez resolvimos que yo grabara ( en forma amateur ) una serie de poemas de ese recordado poeta.Lo que va agregado a esta sencilla misiva son poco más de 20 tangos relatados en forma de poesía. Tal vez,alguna noche mientras el sueño va llegando,escucharlos pueda ayudarlo a memorar recuerdos suyos,que seguramente – al margen de la nostalgia -deben de ser hermosos.
Le deseo que todos lo suyo ( que es todo lo de nosotros ) siga transitado un camino plagado de éxitos. Su fina sensibilidad seguramente irá acercándolo al puerto donde usted ha fijado sus objetivos.
Lo saludo atentamente