Mujeres de Puerto Madero

Recopilación efectuada por el Prof. Martín Zárate
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Fenia Chertkoff
Fenia Chertkoff

Doña Micaela Bastidas y Puyucava (1745- ? )

Se dedicó a la causa de la revolución, reuniendo contingentes de campesinos, arengándoles y dándoles a conocer las causas de levantamiento. Formó parte del movimiento, integrando el Consejo de los Cinco.

Virginia Bolten

Pocos datos documentados existen sobre esta luchadora uruguaya, afincada en Rosario durante algunos años. Descolló por su oratoria y fue una activista destacada entre los trabajadores rosarinos. En una manifestación por el 1 de mayo de 1890, encabezó la marcha en la Plaza López arengando al pueblo a defender sus derechos. Portaba una bandera roja con letras negras que tenía la siguiente inscripción:

Primero de Mayo. Fraternidad Universal. Los trabajadores de Rosario cumplimos las disposiciones del Comité Obrero Internacional de París.

Fue detenida por su arrobado discurso sumado a la distribución de propaganda anarquista. Organizó numerosas charlas en el interior del país, focalizando su lucha en todas las formas de opresión. En 1907 fundó el Centro Femenino Anarquista y al poco tiempo con motivo de la huelga de inquilinos que ella activó, se le aplicó la ley de residencia y se tuvo que ir del país para radicarse en Montevideo.

Olga Cossenttini (1898-1987)

Pedagoga de avanzada, directora de la revolucionaria Escuela Carrasco de la ciudad de Rosario.

Fenia Chertkoff (1869-1927)

Nació el 7 de octubre de 1869, en Odessa, a orillas del Mar Negro, Rusia. Creció en un ambiente convulsionado por el rechazo al régimen zarista. Cuando tenía dieciocho años se recibió de maestra en la escuela Normal de su ciudad natal. También estudió música, teatro y danza y muy pronto participó en su país en la política clandestina. Siguiendo los caminos del exilio se instaló con su marido en Italia. Este pronto falleció y junto con su hija Victoria se trasladó a la Argentina, instalándose en Colonia Clara, provincia de Entre Ríos, donde la mayoría de sus habitantes eran judíos. Allí fundó una biblioteca y enseñó a leer español a los habitantes. Además estudió italiano y francés, dedicándose a las traducciones. Relacionada con directores de revistas en el extranjero, a través de ellos fue invitada a la Universidad de Lausana, en Suiza, donde estudió entre 1897 y 1898; luego fue a Francia y concluyó sus estudios en la Sorbona. Se especializó en Pedagogía siguiendo el método educativo frobeliano, revolucionario para esos tiempos. Educarse no le impidió seguir de cerca el desarrollo de las luchas obreras. Entre otros intelectuales revolucionarios de la época, Fenia mantuvo intercambios epistolares con Rosa Luxemburgo, quien con Karl Liebknecht formara el ala izquierda del partido Socialista Alemán. Junto a sus hermanas obtuvo la ciudadanía argentina. Instaladas en Buenos Aires, en la casa de Enrique Dickmann, afiliado al Partido Socialista, Fenia conoce al Dr. Nicolás Repetto, con quien se casa. En tanto, el fundador del partido, Dr. Juan B. Justo, lo hace con Mariana y la otra hermana, Adela, lo hace con Adolfo Dickmann. Tres casos en que los ideales en común llevan a la unión. El 19 de abril de 1920 fundó con sus hermanas y con Raquel Mesina y Gabriela Laperriére de Coni el Centro Socialista Femenino y La Unión Gremial Femenina. «El Centro Femenino es la única agrupación donde las mujeres, sin prejuicio de ninguna clase y con un programa claro y definido, llenan su existencia no solamente con las tareas del hogar y del trabajo sino que amplían sus horizontes con la obra fecunda por la emancipación económica, política y social de la clase proletaria y, por consiguiente, de la misma mujer.» Fenia Chertkoff participó activamente de las primeras huelgas obreras. Colaboró además en la organización de las trabajadoras telefónicas, textiles, del comercio y de las fábricas de alpargatas, entre otros gremios. Con esas luchas, contribuyó a la sanción de las leyes de descanso dominical para trabajadoras sombrereras, y la «ley de la silla», denunciando la explotación laboral de los menores de ambos sexos en industrias como la fosforera o la tabacalera, las pésimas condiciones de salubridad de las instalaciones fabriles y las jornadas sin límites de día ni horarios. Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 31 de mayo de 1927.

Emma De La Barra (1861-1947)

El primer best-seller argentino, «Stella fue escrito por una mujer bajo el pseudonimo César Duayen. El éxito de ese libro fue casi increíble: Mil ejemplares vendidos en tres días, en dos meses alcanzó una tirada de nueve mil ejemplares. Durante toda su vida publicó bajo seudónimos masculinos. Adaptó sus obras al cine y colaboró en diversos diarios y revistas.

Pierina Dealessi (1894-1983)

e origen italiano fue una de las actrices más importantes en Argentina. Comenzó a trabajar en el teatro El Nacional a la edad de 15 años. Fue también una de las grandes estrellas del cine argentino en su tiempo. En total, trabaj ó en 14 películas como: Adiós Argentina (1930), Puente Alsina (1935), Una porteña optimista (1937), Pantalones cortos (1949), Fúlmine (1949), Mosquita muerta (1946), El centrofoward murió al amanecer (1961). Juana Manso (1819-1875) fue una de las pedagogas y escritoras argentinas más influyentes en el siglo 19. Después de pasar unos años en Uruguay, Cuba, Brasil y EE.UU. finalmente regresó en Argentina en 1854 y propició la creación de escuelas y bibliotecas públicas y apoyó la emancipación de la mujer. En su obra se encuentran libros tan conocidas como «La familia del comendador» o «Los misterios del Plata». Además compendió de historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Petrona Eyle (1866-1945)

Fue una pionera del movimiento feminista en América latina. De origen suizo, Petrona obtuvo su doctorado en Medicina en Suiza, en 1891. En 1893 regresa a la Argentina donde fue una de las fundadoras de la «Asociación Universitarias argentinas». Además creó la «Liga contra la trata de blancas», la revista «Nuestra causa», órgano periodístico del movimiento feminista. Su trabajo fue fundamental para la obtención del derecho al voto de las mujeres argentinas, lo que ocurrió en 1947. 

Encarnación Ezcurra (1795-1838)

Nació en Buenos Aires el 25 de marzo de 1795 y era hija de Teodora de Arguibel y Juan Ignacio de Ezcurra. Se casó con Juan Manuel de Rosas el 16 de marzo de 1813 y fue su fervorosa colaboradora, ya que sentía por su marido una devoción ciega e inconmovible. Actuó en circunstancias difíciles, haciéndose imprescindible para manejar algunos asuntos de gobierno por su fanatismo, y también intervenía en los temas comerciales de su marido. Su intervención fue decisiva en 1833, cuando se produjo la llamada Revolución de los Restauradores que dio por tierra con el gobierno de Balcarce y preparó el ascenso de Rosas al poder. «Quiero a Buenos Aires de luto!. Luto para hombres, niños y mujeres. Quiero iglesias, casas, barcos, edificios y caballos enlutados. Quiero ver el luto en pobres y encumbrados. Meses y meses de luto para que no la olviden los que más la amaron y para que no se sientan liberados de ella los que desearon su muerte…Estuve con ella veinticinco años!. Me amó con devoción durante veinticinco años!…». Gozaba de enorme popularidad entre el pueblo, al que protegía y halagaba, recibiéndolo en su casa, asistida por su hermana María Josefa. De gran ayuda en los temas de gobierno, la fidelidad a su marido más de una vez la llevó a convertir a sus contertulios de cualquier clase social en delatores. No en vano el joven unitario Esteban Echeverría, se referirá a Encarnación como «la heroína del matadero». Falleció en Buenos Aires el 20 de octubre de 1838. La desaparición y el sepelio de quien recibiera el mote de «Heroína de la Santa Federación» dará lugar a grandes demostraciones de duelo.

Raquel Forner (1902-1988)

Nació en Buenos Aires el 22 de abril de 1902. La Academia Nacional de Bellas Artes la contó entre sus alumnas. Allí se graduó de profesora de dibujo en 1922. Sus cuadros alcanzaron hondo dramatismo cuando entró en contacto con la realidad de la Guerra Civil española. Yo comencé a pintar realmente, cuando estalló la guerra en España. La tragedia material y espiritual comenzó en España para desparramarse luego por el mundo».

En 1936 se casó con el escultor Alfredo Bigatti (19-7-1898 / 25-3-1964), a quien dedicó cuando su fallecimiento en 1965 el mural denominado El viaje sin retorno, en el que expresa su concepción con la fórmula -allí inscripta- L+A=V y L-A=M (L : lucha; A : amor; V :vida; M :muerte). Fue la primera pintora de la era espacial. A partir de 1957, y hasta su muerte, Forner ejecuta sus series del Espacio, en las que se acerca a la

surrealidad donde busca vislumbrar – en el cosmos – un mundo mejor. Entre sus obras pueden destacarse Autorretrato, de 1941, óleo que se encuentra en el Museo Provincial de Bellas Artes de la ciudad de La Plata; La torre de 1959, otro óleo que se puede ver en el Museo de Arte Moderno de la nuestra ciudad y Retablo de dolor, óleo de 1944, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Adhirió a las dos tendencias plásticas del momento, el grupo Orión, de corte surrealista,

encabezado por Berni y Arte y Sociedad, que lideraba Guillermo Facio Hebécquer, uno de los impulsores del Teatro del Pueblo. En 1982 creó la Fundación Forner – Bigatti, cuyo objetivo es propiciar estudios tendientes al mejor conocimiento de la obra de ambos artistas y de las artes plásticas en general, así como promover y estimular iniciativas educacionales y filantrópicas. El edificio donde tiene su sede está frente a la placita Dorrego, en la corta calle Bethlem 443 del barrio de San Telmo. Allí residió el matrimonio a partir de 1937. Raquel Forner falleció en nuestra ciudad el 10 de junio de 1988.

Juana Manuela Gorriti (1819-1892)

Salteña nacida en 1819 supo inscribir su nombre en una familia de hombres destacados. José Ignacio Gorriti, guerrero de la independencia y amigo de Martín de Güemes, fue su padre. Sus tíos no tuvieron menor peso. Ellos fueron Pachi Gorriti, popular caudillo y el culto sacerdote doctor José Ignacio Gorriti. Como tantas otras mujeres debió seguir a su familia en el exilio, en este caso a Bolivia. Allí se casó con Manuel Isidoro Belzú, caudillo que llegó a ser presidente de ese país en el período 1848/1865 y del que Juana Manuela se separó, desafiando los prejuicios sociales.

Buscando un sitio que la acogiera llegó a Lima con sus hijos. Allí tuvo actividades docentes, literarias y sociales. La Quena (leyenda peruana) fue dedicada a las limeñas: «Hijas de Lima, a vosotras cuya adorable bondad iguala a vuestra deslumbradora belleza, y cuya dulce voz y mano cariñosa han calmado mis penas y enjugado mis lágrimas, cuando, como el héroe de mi leyenda, vine con el corazón lleno de tristeza y desaliento a pedir a vuestro país un poco del reposo que me era negado en el resto de la tierra, a vosotras consagro este pequeño ensayo literario.» Perú es en efecto su lugar en el mundo, el que ella elige, Bolivia le dará la posibilidad del matrimonio y la maternidad, mientras que la Argentina será el principio y el fin de su vida, el Alfa y el Omega. En Perú se la reconoce como escritora y se la respeta. Fue una animadora de la vida cultural, de modo que dirigió revistas, escribió en diarios y organizó las famosas veladas literarias. «Sueños y Realidades», es considerado por la crítica el mejor de sus libros. Éste y todos los siguientes la signan como la primera novelista argentina y nuestra principal escritora del Siglo XIX. En lo Íntimo, obra que escribe hasta 1892, año de su muerte evoca la leyenda de su vida. «Juana Manuela Gorriti, como la gran diva del movimiento literario argentino (y acaso latinoamericano) decimonónico, es la mujer del desafío y la ternura. Provocativa y maternal a un tiempo, consciente de su rol, de las determinaciones de su sexo, de las construcciones que en torno a él hacen sus contemporáneos…»

Cecilia Grierson (1859-1934)

Fue la primera médica argentina (lo cual no es poco) pero encasillarla en la medicina sería una simplificación ya que fue investigadora, docente y escritora. Nació en Buenos Aires el 22 de noviembre de 1859. A los 13 años se inició como maestra rural y se graduó a los 19 como maestra. Cumplidos los 23 años ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y siendo todavía estudiante fundó en el ámbito del Círculo Médico Argentino, la primera Escuela de Enfermeras del país, entidad que ella misma dirigió hasta 1913.En 1889 se graduó con una tesis sobre ginecología y comenzó a ejercer en el hospital Ramos Mejía. Dedicada de pleno a la salud fundó en 1892 la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios.

En 1910, Cecilia Grierson presidió del Primer Congreso Feminista Internacional de la República Argentina, convocado por la Asociación de Mujeres Universitarias. Allí se analizaron temas como la situación de las mujeres en la educación, la legislación, el abandono de los hijos, la necesidad del sufragio femenino, entre otros. Estas luchas reivindicativas tuvieron éxito recién en 1926, cuando se reformó el Código Civil con la incorporación de muchas de las demandas acerca de la condición de la mujer en el país, como la posibilidad de disponer de sus propias ganancias, formar parte de sociedades civiles o mercantiles, etc.

La primer médica de toda América del Sur murió el 10 de abril de 1934 en Córdoba, tras haber pasado allí sus últimos años. En su homenaje, al año siguiente se impuso su nombre a la Escuela de Enfermería de la Ciudad de Buenos Aires, que ella había fundado. Murió el 10 de abril de 1934 en Córdoba, tras haber pasado allí sus últimos años. En su homenaje, al año siguiente se impuso su nombre a la Escuela de Enfermería de la Ciudad de Buenos Aires, que ella había fundado.

Magdalena (Macacha) Güemes de Tejada (1787-1866)

Fue la hermana del general Martín Miguel de Güemes, a quien apoyó en su lucha para la independencia de su patria, Argentina. Poco después de la Revolución de Mayo, convirtió su casa en taller para confeccionar ropa para los soldados. Supo sacar partido de su inteligencia y su posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas ocupaban la ciudad de Salta.

Trinidad Guevara (1798-1873)

Fue la primera gran actriz argentina en los primeros años de independencia. Esa mujer, intérprete máxima del teatro Coliseo (1820-1830) , finalmente llegó a ser reconocida por los críticos como «La única», «La favorita» o «La más brillante y aplaudida». Además de su trabajo teatral se atrevió a desafiar la moral impuesta a las mujeres de su tiempo.

Marie Langer (1910-1987)

«Yo tenía dos desventajas: ser judía y ser mujer… No puedo negar que haber nacido judía me marcó… aunque mi familia era judía asimilada, de hecho atea, de alto nivel económico… el antisemitismo alemán y austriaco influyó en nuestras vidas ya mucho antes del nacionalsocialismo.» Nació en Viena en 1910. Un año antes de graduarse en medicina, título que obtuvo en 1935, se apasionó por la psiquiatría. Su interés por la psicología social surgió en un contexto de gran inestabilidad. Durante la guerra civil española, se trasladó a España para colaborar con los republicanos. Latinoamérica fue su refugio cuando debió huir de Europa perseguida por el nazismo. En Buenos Aires fundó en 1942 la Asociación de Psicoanalistas de Argentina de la que tomaría distancia a fines de 1971. En 1972 desarrolló con Silvia Berman un modelo clínico–docente en el servicio de psicopatología de un hospital del Gran Buenos Aires, en el que ofrecía formación a psiquiatras y psicólogos jóvenes, coordinando terapias grupales con pacientes del barrio obrero cercano. Fue perseguida por la dictadura militar y se exilió en México hasta que en 1987 regresó a Buenos Aires, donde murió. «Sus escritos abarcan un amplio espectro de intereses que se perfilan a través de su historia, y atestiguan acerca de su estilo de intenso compromiso y profunda dedicación.» 

Julieta Lanteri (1873-1932)

Nació en un pueblo del Piamonte, el 22 de marzo de 1873. En 1907 se convirtió en la sexta mujer graduada en medicina en nuestro país. Su deseo profesional fue la especialización en salud mental y por este motivo quiso ingresar a la cátedra de Psiquiatría. Su pedido fue rechazado utilizando como pretexto su condición de extranjera.

En 1920 organizó junto con Alicia Moreau de Justo un simulacro de votación femenina en el que participaron más de 4000 porteñas y continuó presentándose como candidata hasta que el golpe militar de 1930 inició el camino de la destrucción de la democracia en la Argentina. Formó el Partido Feminista Nacional y en 1919 se postuló como diputada nacional. «En el parlamento una banca me espera, llevadme a ella», era su lema. Murió sorpresivamente en la tarde del 23 de febrero de 1932, en un accidente automovilístico en Diagonal Norte y Suipacha, dos días después de asumir la presidencia de la república el general Agustín P. Justo. Algunos autores sospechan que tal accidente podría haber sido intencional.

Carolina Elena Lorenzini (1899-1941)

Fue una de los pioneros de la aviación en la Argentina. Comenzó en el año 1931, al ser aceptada en el Aero Club Argentino, donde en 1931 obtuvo su brevet de piloto civil. Especializada en alta acrobacia, realizó piruetas nunca visto en el país. En 1935, inscribió 5.381 metros, el récord nacional femenino. Además de también destacarse por su sentido social, fue la primera mujer que cruzó sola el Río de la Plata en avión. Falleció en 1941 en el Aeródromo de Morón al intentar a realizar una maniobra acrobática. Vivió en una casa que lamentablemente fue demolida, que actualmente ocupa un supermercado cerca de la Basílica de La Piedad sobre la calle Bartolomé Mitre, en el barrio de San Nicolás.

Martha Lynch (1929-1985)

Fue una escritora argentina, que escribió libros tan importantes como «La alfombra roja», «Al vencedor», «La señora Ordóñez», «Cuentos de colores», por los que recibió el Premio Municipal en 1970. Se suicidó en el año 1985.

Azucena Maizani

Nació en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1902 y falleció en la misma ciudad el 15 de enero de 1970. Reconocida por su «decir» el tango, hecho de sentimientos y dolor, fue conocida por el seudónimo de «La Ñata Gaucha». Sus primeras presentaciones fueron en la década de 1920, destacándose su presencia como corista en «El bailarín del cabaret», de 1923. Enrique Delfino la hizo debutar cantando tangos en la obra de Alberto Vacarezza «A mi no me hablen de penas». A ella se debe el estreno de tangos famosos como «Soy un arlequín» de Enrique Santos Discépolo, «Organito de la tarde» de José González Castillo y Cátulo Castillo y «Esta noche me emborracho» de Discépolo, pero también – a su manera – compuso algunos que continúan en el repertorio de las cantantes actuales, como «Pero yo sé» y «No salgas de tu barrio». Actuó en España y Francia, con mucho éxito, admirada sin reservas por Carlos Gardel y muchos cultores del tango de sus tiempos. Sin embargo, las vueltas de la vida la hicieron llegar a su final en decadencia y casi en la pobreza. En la película «Tango», de Luis Moglia Barth, Azucena aparece cerrando el film con una memorable interpretación de la «Milonga del 900» con letra del gran Homero Manzi y música de Sebastián Piana, vestida con su tradicional traje masculino.

Juana Paula Manso (1819-1875)

Nació el 25 de junio de 1819. Juana debió seguir a su familia en el exilio durante el gobierno de Rosas, razón por la cual vivió en Uruguay y Brasil. En 1841 creó en Montevideo el Ateneo para Señoritas, a la vez que comenzó a publicar sus poemas en los diarios El Nacional y El Constitucional. Ya casada con el violinista Francisco de Saá Noronha viajó por Estados Unidos y allí tomó contacto con las educadoras Elizabeth y María Peabody, quienes dirigían un jardín infantil en Boston. Juana Manso se ocupó de la educación de las mujeres y los niños, que tienen un lugar central en su ideario.

Dice Juana en 1854, divorciada de Noronha luego de un desventurado matrimonio: «…Quiero probar que la inteligencia de la mujer, lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica». De regreso en la Argentina luego de la caída de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, su aliado y protector, la convocó a participar de la creación del primer colegio mixto, del que fue rectora.

Juana Manso promovió la creación de bibliotecas, distribuyó los anales, desterró los castigos corporales, introdujo la enseñanza del inglés e impulsó su método que basa el aprendizaje en la observación y la reflexión. Falleció en 1875 y fue enterrada en el Cementerio de Disidentes, ya que se había convertido al protestantismo en 1865. Sus restos fueron trasladados recién en 1915 al Panteón del Magisterio en el Cementerio de la Chacarita.

Alicia Moreau de Justo (1885-1986)

Nació en Inglaterra el 11 de octubre de 1885 y era hija de Armando Moreau y de María Denanpont, ambos franceses.. Su padre había participado activamente en los sucesos de la Comuna de París, en 1871, y por esa causa se había debido exiliar en distintos países europeos, hasta establecerse en Buenos Aires hacia 1890. Los ideales que sustentara en ese momento –comunes por otra parte entre los inmigrantes más politizados de la corriente migratoria-, serán los que utilizará para la educación sin prejuicios de su hija. Desde muy pequeña participa con su padre en reuniones políticas y en la Escuela Normal Nº 1 tuvo como docente a Hipólito Yrigoyen.

Su gran curiosidad intelectual y vivo interés por el hombre y sus problemas la lleva a completar, una vez terminado el magisterio, los estudios de medicina. Se graduó en 1913 con diploma de honor. Había cursado el sexto año de estudios en el área de Ginecología y el séptimo y último, en la de Clínica del Hospital de Clínicas, de cuyo viejo edificio hoy sólo se conserva la capilla, en el centro de la plaza Houssay.

Comenzó su actividad política en 1906 y sumó a su vida profesional sus inquietudes feministas. En 1902 creó junto a otras compañeras «El Centro Socialista Feminista» y «La Unión Gremial Femenina», asentando de esta manera las bases para la equidad de los derechos de la mujer en la sociedad argentina. Fue una de las organizadoras del Primer Congreso Femenino Mundial en 1910. En ese mismo año fundó también el Ateneo Popular y en 1918, la Unión Feminista Nacional. Esposa de Juan B. Justo y madre de tres hijos, aunó sus esfuerzos para no descuidar su profesión ni su familia, ayudar a los pobres y defender a las mujeres. Fue directora de la revista «Vida Femenina»y aconsejaba a las madres desde La Vanguardia:»Lea usted algún libro, reflexione sobre su lectura…» Entre sus obras se destacan «La mujer en la Democracia» y «El Socialismo según la definición de Juan B. Justo». Entre 1936 y 1939, cuando la sublevación fascista desgarra España llevándola hacia la guerra civil, participa de mítines y programas radiales mientras organiza campañas de solidaridad de apoyo a la República.

Preocupada desde siempre por la vigencia de los Derechos Humanos, no podía permanecer ajena a los hechos que se desarrollaban en nuestro país y a los 90 años se erige en uno de los miembros fundadores de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Antes había hecho lo propio con la Confederación Socialista Argentina y la Fundación Juan B. Justo, las que presidió hasta su muerte. Ella acaece en Buenos Aires, el 12 de mayo de 1986, cuando se acercaba a unos muy lucidos 101 años de edad.

Victoria Ocampo (1890-1979) fue uno de los personajes más influyentes en la historia literaria argentina. En 1931fundó la editorial Sur y la revista homónima, que fue la publicación más importante de su época en español.

Regina Pacini de Alvear (1871-1965)

Nació en Lisboa, Portugal, el 5 de enero de 1871. Se casó en esa ciudad con Marcelo T. De Alvear en 1907. Fue una famosa cantante de ópera que abandonó su actividad cuando se casó en 1907 con Marcelo T. de Alvear. Al llegar en 1922 Alvear a la presidencia de la Nación representando a la Unión Cívica Radical, Regina se destacó en obras de filantropía y beneficencia, que culminan con su iniciativa máxima, la Casa del Teatro. Falleció a los noventa y cuatro años. 

Aimé Painé: ( -1987)

Cantante, destacada por su defensa y su lucha por los valores, la lengua y la cultura mapuche.

La confianza en nosotros mismos fortalecerá nuestra identidad y ayudará a descubrir y respetar nuestra verdadera historia, pues respetar nuestra historia y nuestra cultura es crecer con dignidad hacia todos los pueblos del mundo.

Fue la última princesa mapuche y se destacó por la defensa de los derechos de su pueblo. Nació y se crió en Ingeniero Huergo, una ciudad en la provincia de Río Negro. Vivió en Buenos Aires, pero se decidió a salir al campo y encontrar sus orígenes. Esto dio lugar a que extendiera su repertorio e incluyera temas de autoría propia y de profundas raíces indígenas.

Yo he nacido para cantar mapuche, porque siento que tiene que ser así. He nacido para no estar en silencio, al igual que el resto de mi gente, afirmaba. Aimé Painé falleció 10 de septiembre de 1987 en Trelew.

Rosario Vera Peñaloza (1873-1955)

Conocida por sus seguidores como «La Maestra de la Patria», se dedicó a la pedagogía en Argentina. En 1900 fundó el primer jardín de infantes. En 1931, el Consejo Nacional de Educación le encargó la formación del Primer Museo Argentino para la Escuela Primaria en la Capital Federal. Escribió obras influyentes como «El hombre que rehusó el Olimpo», «Los hijos del sol» o «Pensamientos breves sobre juegos educativos». Encarnación Escurra (1795-1838), esposa de Juan Manuel de Rosas, fue una de las primeras mujeres argentinas que supo imponerse en el discurso político, que hasta entonces había sido un asunto exclusivamente masculino. En su carrera, se hizo imprescindible para manejar asuntos de gobierno y también comerciales. Su intervención fue decisiva en la llamada Revolución de los restauradores, en 1833, que dio por tierra con el gobierno de Balcarce y preparo el ascenso de Rosas al poder.

Rosita Quiroga (1896-1984)

«Cantora» en el más amplio sentido que se le pueda dar a esta expresión, Heredera directa de los payadores, marcó su estilo un dejo «canyengue» y arrabalero. No era la potencia de su voz la que la destacaba sino el clima que creaba con sus susurros. El poeta Celedonio Flores compuso algunos de sus temas sólo para ella. Narraba las historias de los tangos casi con desdén. Según Gobello– más que cantar, decía: …se puso a chamuyar morosamente las letras, como para que la gente la escuchara con la oreja pegada a la gran flor azul de los gramófonos…» Artista singular, llamada «la Piaff del arrabal porteño» cantaba como le había enseñado su amigo Juan de Dios Filiberto. Se convirtió en la primera artista que cantó en la radio y se vinculó estrechamente con el sello Víctor, para quien grabó más de doscientas composiciones. Sus discos fueron fundamentales para introducir el tango en Japón, ya que en 1970 viajó a Osaka donde fue reconocida de inmediato. Vecina del barrio de La Boca, Rosita Quiroga nació en 1896 y falleció en 1984.

Elvira Rawson de Dellepiane (1867-1954)

Impresiona la actualidad que conservan estas duras palabras de quien fuera la tercera médica argentina.  Nacida en Junín el 19 de abril de 1867, recibió su título en 1892, orientando su práctica médica hacia las mujeres y los niños. Se desempeñó como docente en Higiene y Puericultura. Durante la revolución del 90 debió atender a heridos de ambos sectores y recibió el reconocimiento público del doctor Leandro N. Alem. En 1916 fundó en Uspallata, en la provincia de Mendoza, la primera colonia de vacaciones, institución dedicada al cuidado de niños débiles. De esta manera, lograba el apoyo del gobierno para una de sus grandes preocupaciones, los niños discapacitados y ponía al servicio de los mismos sus conocimientos en materia de pedagogía, sanidad escolar y protección de la niñez. Una de sus primeras propuestas, fue la obligatoriedad de la «copa de leche» en las escuelas. En 1918 se casó con Manuel Dellepiane y tuvo diez hijos. Fue una de las grandes feministas de principios de siglo. En 1919 fundó junto a mujeres que respondían a un amplio espectro ideológico, la Asociación Pro Derechos de la Mujer. Luchó por el reconocimiento de su género no únicamente a nivel científico sino también en la sociedad y más aún en la familia, ya que abogó entre otros temas por el divorcio vincular. Falleció en Buenos Aires en junio de 1954.

Manuela Saenz (1797-1856) de nacionalidad peruana fue un valuarte importante de la Revolución y de la liberación del colonialismo de su país. Su contribución a la iniciación de la Revuelta de Quito en 1809 fue enorme. Conoció al General Juan José Flores y al libertador, Simón Bolívar, de quien sería fiel compañera y amante.

Martha Salotti (1899-1980) fue una figura sobresaliente en la vida cultural de Argentina. Cómo profesora Superior de Ciencias Naturales no solo fundó el Instituto SUMMA pero también la Sección Argentina de la Organización Internacional del Libro Infantil – Juvenil «IBBY». En ese contexto Martha, que fue representante legal en la Argentina de la poetisa Gabriela Mistral, también es conocida como escritora de cuentos infantiles y de textos pedagógicos.

María de Todos los Santos (Mariquita) Sánchez de Thompson y de Mendeville (1786-) En su salón se canto por primera vez la canción patria en 1813. Además de sus actividades políticos y patrióticos se dedicó al trabajo social. 

Azucena Villaflor de Devicenti

Madre de Plaza de Mayo. Señalada por Astiz. Desaparecida. El nombre de Azucena, ama de casa que de joven había trabajado en la fábrica Siam, retumba en la noche oscura de la última dictadura militar. El 30 de noviembre de 1976 desapareció Néstor Devicenti, estudiante de arquitectura y Azucena, como hacían otros familiares en esa época, comenzó a deambular por diferentes reparticiones e inició todo trámite y gestión que le permitiera saber algo de su hijo. Como ella, había muchos en idénticas condiciones pero fue esta mujer a la que el terror no la paralizó quien propuso a otras madres que se reunieran, que se organizaran y que tomaran como centro para esas reuniones la Plaza de Mayo, referente de las manifestaciones en nuestra ciudad. Catorce mujeres se encontraron por primera vez en la Plaza de Mayo la tarde del sábado 30 de abril de 1977. De ahí en más comenzaron a reunirse todos los jueves. Recuerda Adela Antokoletz: Las primeras rondas nacieron porque la policía les prohibía a las madres mantenerse juntas en la plaza. ‘Retírense!’ –agredían a las madres. Sí, nos retirábamos, para allá, en una diagonal y pegábamos la vuelta y volvíamos por otra. Así es como nace la plaza. Si no hubiese sido por Azucena no sé si hubiera habido Madres de plaza de Mayo. Para todo era ella, nunca faltó. Yo puse también toda mi pasión, venía desde los tribunales de San Isidro de donde era empleada, derecho a la plaza para llegar a las tres y media. Porque a esa hora pasaba un montón de gente. «Ustedes son maestras jubiladas, ustedes por qué se reúnen acá?», preguntaba la gente. Entonces era la manera, la única manera de difundir y la gente ya avisaría. Cuando empezamos a dar la vuelta iba gente y nos miraba. Y a veces, si llovía nosotras veíamos gente llorando. Se mojaban también, como nosotras, claro. Caíamos con paraguas, con pañuelos, con lo que fuera. Pero vi gente que lloraba. Ya sabían quiénes éramos y a qué íbamos. Para ese entonces, Astiz se había infiltrado en el grupo que se reunía en la Iglesia de la Santa Cruz haciéndose pasar por hermano de un desaparecido y había marcado el destino de muchos de los que estaban allí. Azucena fue raptada el 10 de diciembre de 1977, el mismo día en que aparecía la solicitada publicada por las madres de Plaza de Mayo en el diario La Nación. En julio de 2005, un equipo de antropología forense identificó sus restos. La metieron en «capuchita» dentro de la ESMA, con su vestido de mangas cortas, atada y vendada. En las horas siguientes, ella descubrió que allí había otros detenidos y les preguntó sus nombres así, cuando la dejaran libre, avisaría a sus familias. También les dio el nombre de su hijo secuestrado por si alguien sabía algo de él. Pero casi no tuvo más tiempo. Antes de que pasara una semana la sacaron de allí, la subieron a un avión y la arrojaron al mar. Por capricho de las mareas, su cuerpo fue a parar a las arenas de Santa Teresita y quedó enterrada como NN en un cementerio cercano, en donde esperó más de veintisiete años para ‘aparecer’. El 8 de diciembre las cenizas de Azucena fueron enterradas en la Plaza de Mayo y cubiertas de azucenas blancas y claveles rojos. En la ceremonia, que presidió su hija, se descubrió una placa con la siguiente leyenda: «Fue mantenida en cautiverio en la ESMA y días después arrojada viva al mar. Sus restos fueron identificados en julio de 2005. Juicio y castigo a los culpables». Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, donó en su memoria una placa que está ubicada sobre su calle a metros de los diques. En la esquina de su casa, en la Av. Mitre y Crámer de la ciudad de Avellaneda, otra placa le rinde honor a esta madre que recibió de Astiz el beso de la traición. 

María Luisa Bemberg:

Calle peatonal en homenaje a la reconocida cineasta, en la avenida Rawson de Dellepiane 151, en el barrio de Puerto Madero, inaugurada en diciembre 2012.  «María Luisa Bemberg ha sido una artista fundamental en la historia del cine argentino. Sus creaciones, que la llevaron en el caso de la película Camila a la puerta del Oscar, fueron películas realizadas en su madurez, respetando y destacando siempre la lucha de las mujeres por un espacio digno en nuestra sociedad». «Fue una activa militante del feminismo, lo que la llevó a fundar la Unión de Mujeres Feministas de Argentina. Por eso, la mujer, sus debilidades, sus fortalezas y sus voces acalladas,  fueron el desvelo de esta artista. Este es nuestro modo de hacerla presente, reconerla una vez más y exponer su nombre para que las futuras generaciones sepan valorar y reconocer su obra en toda su dimensión social y política», añadió. «Rebelde, feminista, comprometida, talentosa, María Luisa nos enseña que es posible iluminar y traspasar los límites. Poder volver a rendirnos frente a su talento y para que esta calle peatonal de Puerto Madero, inundada de sol y de estrellas lleve su nombre, como una llamada por siempre para todos aquellos y aquellas que se animen a romper con los estereotipos, con los ‘moldes’ del miedo y del hartazgo  y se animen a soñar un mundo mejor”. 

Fuentes:

 

Actualización x Mónica Rubio, 04/12/2012

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