Los coches Le Brugeoise inauguraron el Servicio Histórico y Cultural de la Línea A

El sábado 2 de septiembre, al finalizar el horario habitual de la Línea A de subtes, se realizó el viaje inaugural del Servicio Histórico y Cultural de los coches Brugeoise, tal cual lo previsto en la ley sancionada en la Legislatura porteña, el primero de tres que se realizarán este año. La idea es implementarlo en para el próximo año.

En un acto con la presencia de representantes de Subterráneos de Buenos Aires, encabezados por su presidente, Eduardo de Montmollin, del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, la Asociación de Amigos del Tranvía y del equipo de restauración, volvieron a circular los centenarios coches Le Brugeoise, al cierre del horario habitual de la línea A.
Una formación de tres unidades íntegramente restauradas (5, 16 y 124) realizó tres viajes de ida y vuelta entre las estaciones Perú y Acoyte. En la formación sólo se admitían pasajeros sentados.
La convocatoria superó todas las expectativas: más de 65.000 personas se inscribieron en la plataforma de BA Participación Ciudadana, que sorteó los pasajes del viaje inaugural.
El recorrido de los trenes fue acompañado por guías especializadas.
Desde SBASE explicaron que la idea es realizar otras tres convocatorias durante este año a modo de prueba, de cara a la habilitación formal que tendría lugar el próximo año, y dejaron trascender su optimismo por el auspicioso debut.
Se realizó en cada coche un arduo trabajo de restauración, emprendido por SBASE, un esfuerzo compartido de un grupo de especialistas (el orfebre Juan Carlos Pallarols, la arq. María Elena Mazzantini y el arq. Guillermo Pinelli) y de la Asociación de Amigos del Tranvía (AAT), que estuvo a cargo de las intervenciones mecánicas: la más trascendente de ellas fue la conversión de los motores de 1100 a 1500 V, la tensión actualmente utilizada por la línea A.
Tres guías acompañaron el viaje y proporcionaron a los visitantes información histórica sobre los coches y la línea, que este año cumple 104 años.
La realización de un servicio histórico cultural con al menos 20 coches fue establecido por la ley 4886, sancionada por la Legislatura en diciembre de 2013, la misma norma que garantiza la protección de prácticamente la totalidad de la flota Le Brugeoise. Su implementación, originalmente prometida para 2015, había sido largamente demorada. Los coches prestaron servicio regular durante más de 99 años, hasta enero de 2013.
Primer Subterráneo en Buenos Aires
En el año 1913 comenzó a operar el Subte de la Ciudad de Buenos Aires, el primero de América Latina y uno de los primeros del mundo.
La obra se realizó totalmente «a cielo abierto», trabajaron 1.500 personas y fueron excavados 440.000 metros cúbicos de tierra que fueron utilizados para rellenar las zonas bajas aledañas al cementerio de Flores y la Avda. Vélez Sarsfield.
En 1923, la primera línea de subterráneos ya transportaba el 10% de pasajeros de todo el sistema de subtes y tranvías con sólo el 1% de las vías.
La Línea A se originó con 14 estaciones, con sus paredes recubiertas (hasta el día de hoy) po azulejos blancos y decoradas con frisos de distintos colores al efecto de que quienes no supieran leer pudieran ubicar sencillamente su estación de destino.
Las estaciones originales de las líneas A, C, D y E fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1997 por constituir «verdaderos testimonios del espíritu cosmopolita y abierto de nuestra nacionalidad».
La Línea A de subtes se caracterizó por el uso, hasta 2013, de sus coches originales. Los coches Le Brugeoise, están realizados en madera, realizados por la empresa belga Le Brugeoise et Nicaise et Delcuve, entre 1911 y 1919.
Debido al aumento de la cantidad de pasajeros, se fabricaron posteriormente en el país algunas unidades idénticas utilizando repuestos y rezagos. La flota de coches de la línea A, mientras se mantuvo en servicio, fue la más antigua del mundo en servicio comercial y es, además, un importante atractivo turístico de la Ciudad.
Las unidades miden 15,8 metros de largo, 2,6 m de ancho y 2,38 m de alto, ofreciendo una capacidad suficiente para 42 pasajeros sentados y 140 de pie. Están equipados con tres puertas corredizas por lateral de 1,20 m de ancho cada una, que se abren en forma manual.
Operaban en la Línea A 94 coches Le Brugeoise sobre un total de 99 unidades entregadas en concesión a Metrovías en 1994.
Con el correr de los tiempos y la complejización del entramado urbano el transporte subterráneo ha necesitado de transformaciones, cambios y nuevos planteos, razón por la cual se planteó el reemplazo de esta flota de trenes Le Burgueoise.
La ley 4886, sancionada en la Legislatura porteña, establece que los coches Le Burgueoise deben ser conservados para preservar y difundir el valor patrimonial y cultural de la Línea A y su historia a través de los años y, al mismo tiempo, incorporar una herramienta de promoción turística que permite acercar a la población a los orígenes de la evolución del transporte. De esta forma, se conservará la identidad de la Línea A, resaltando su evolución, su crecimiento y su historia.

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