Los cafés porteños y su lucha contra las cadenas del cafeterías

Algunos locales, incluso, cambian de mano y pasan de un café «independiente» a local de cadena en cuestión de días. El precio de los alquileres complica el panorama para el comerciante tradicional.

Era un clásico de Callao y Santa Fe, una de las esquinas más famosas y caras de todo Buenos Aires. Pero después de más de 30 años, el tradicional bar Filippo cerró sus puertas y, en poco tiempo, dejará lugar a una nueva cafetería. Su espacio será ocupado por la cadena Tienda de Café, que ya cuenta con más de 20 locales en Capital Federal y el conurbano. La información fue confirmada desde la Asociación Amigos y Comerciantes de la Avenida Santa Fe.

Con este nuevo local, la cadena Tienda de Café de origen argentino y bajo el modelo de franquicias competirá de cerca con dos gigantes globales: McDonalds, ubicada en la esquina de enfrente; y Starbucks, en el negocio contiguo con entrada sobre Callao. Ambas empresas de origen estadounidenses llegaron a la emblemática esquina de Barrio Norte a mediados de 2012 y renovaron la cara de la zona. Es más, Starbucks estaría abriendo otra nueva sucursal a escasas cuadras, en Santa Fe y Talcahuano, donde hasta hace poco funcionaba un negocios de electrodomésticos premium.

Estos cierres y aperturas son sólo una muestra de un fenómeno más amplio: la expansión de las cadenas de cafeterías y su avance sobre los negocios más tradicionales, que no lograron renovarse con el tiempo. El negocio de las cadenas de café la mayoría a través del modelo de franquicias explotó a mediados de 2000 y desde entonces no para de crecer. Primero, de la mano de las marcas locales, como Havanna, Bonafide y Café Martínez, y también de las heladerías premium, como Freddo y Persicco, que salieron a competir en ese rubro y agregaron cafeterías a sus negocios. A partir de 2008, la llegada de Starbucks y su veloz crecimiento 79 sucursales en siete años avivó aún más el mercado y logró acercar a un público más joven, lo que fue positivo para todo el mercado. Pero también hay ejemplos locales de rápido crecimiento: Café Martínez inauguró más de 20 franquicias este año, y ya suma más de 128 en la Argentina.

La esquina de Callao y Santa Fe es una de las más cotizadas de la ciudad. Si bien en los últimos años, la avenida Santa Fe perdió algo de brillo con el éxodo de muchas de las grandes marcas hacia los shoppings centers, mantiene su importancia comercial. «Los precios de los alquileres, a grandes rasgos, se mantienen en los últimos meses y en promedio no bajan de $ 30.000 para un local de venta de ropa, por ejemplo. Pero en el caso de la esquina de Callao y Santa Fe, esa cifra puede ser del doble o incluso más», estimó Germán Gómez Picasso, director de la consultora Reporte Inmobiliario.

«En el sector de gastronomía se ven muchos locales que cierran. Los inquilinos no pueden seguir pagando y tampoco pueden actualizar sus precios al tener menos ventas. Con alquileres más altos y fuerte incrementos en los costos salariales, les queda cada vez menos diferencial», agregó Gómez Picasso. Aunque sobre la avenida se ven varios locales vacíos algo que no era frecuente un par de años atrás la rotación es alta y enseguida vuelven a ocuparse. «La alta rotación indica una situación complicada para el comercio», opinó el director de Reporte Inmobiliario.