La Legislatura adhirió a la concientización sobre el abuso y maltrato en la vejez

«Día mundial de toma de conciencia sobre el abuso y maltrato en la vejez», «Día de los Derechos de la Ancianidad» y la «Semana del Adulto Mayor» fueron suscriptos por los legisladores porteños, en adhesión a la concientización sobre el abuso y maltrato en la vejez.

El jueves jueves 7, la Legislatura de la Ciudad, expresó su adhesión al «Día mundial de toma de conciencia sobre el abuso y maltrato en la vejez» que se celebrará el 15 de junio del corriente por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 66/127 del año 2011. 

Los argumentos del proyecto fueron que «la Red Internacional para la Prevención del Abuso y Maltrato en la Vejez, definió el maltrato hacia las personas mayores como «la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona anciana». Este maltrato puede adoptar diversas formas: físico, psicológico/emocional, sexual, financiero o simplemente reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión». Además se expresó que «en muchas partes del mundo, el maltrato hacia los ancianos pasa casi inadvertido». Además, «investigaciones recientes sugieren que el abuso, el abandono y la violencia contra las personas mayores, tanto en el hogar como en las instituciones, son mucho más frecuentes de lo que se ha reconocido. Tales actos son un ataque inaceptable a la dignidad humana y a los derechos humanos. Lo que es peor, a menudo esos hechos no son denunciados ni atendidos«.

También suscribió, mediante una declaración, su adhesión al «Día de los Derechos de la Ancianidad» que se celebra el 28 de agosto de cada año.

El despacho de la Comisión de la Políticas de Promoción e Integración Social argumentó que «la preocupación especial de Evita por los adultos mayores la llevó a redactar y proclamar, el 28 de agosto de 1948, el llamado Decálogo de la Ancianidad, una serie de derechos, que al año siguiente fueron incorporados a la Constitución Argentina de 1949, aunque la dictadura que derrocó a Juan Domingo Perón la dejó sin efecto en 1956. Esos derechos son a la Asistencia, a la Vivienda, a la Alimentación, al Vestido, al Cuidado de la Salud Física, al Cuidado de la Salud Moral, al Esparcimiento, al Trabajo, a la Expansión y al Respeto.«.

Según las últimas estimaciones censales el número de personas mayores de 60 años asciende a casi seis millones de personas, lo que significa prácticamente un 15% de la población general y sobresale con ello la necesidad de encarar permanentemente políticas en favor de este sector social.

Finalmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conmemorará la «Semana del Adulto Mayor» correspondiente a la primera semana del mes de octubre de cada año y adhiere a las actividades que se desarrollarán en el marco del «Día Internacional de las Personas de Edad?, que se celebra en esa fecha por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

«En la Argentina los derechos de la Tercera Edad están amparados constitucionalmente, pero en forma no específica, excepto en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires que de forma innovadora ha establecido en su artículo 41: ?La Ciudad garantiza a las personas mayores la igualdad de oportunidades y trato y el pleno goce de sus derechos. Vela por su protección y por su integración económica y sociocultural, y promueve la potencialidad de sus habilidades y experiencias. Para ello desarrolla políticas sociales que atienden sus necesidades específicas y elevan su calidad de vida; las ampara frente a situaciones de desprotección y brinda adecuado apoyo al grupo familiar para su cuidado, protección, seguridad y subsistencia; promueve alternativas a la institucionalización?, apuntan los fundamentos de la comisión que intervino.

Además se refirió a que «el mundo está en un proceso de transición demográfica. Según estadísticas de la ONU, durante el siglo XX, la proporción de personas mayores aumentó considerablemente y así seguirá en el siglo XXI. En 2007, el 10,7% de la población mundial tenía sesenta años o más. En 2025 se proyecta que ese porcentaje llegue al 15,1% y en 2050 alcance el 21,7%«.

«El envejecimiento de la población ha conducido a la introducción de nuevas políticas y programas en el sector social. En todos los niveles fue necesario asumir esta responsabilidad a fin de buscar formas de responder a los problemas a que se enfrentan las personas de edad«.

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