En el noroeste de la ciudad, existe un enorme predio donde se interrumpe el cemento, los edificios, y los autos. Son casi doscientas hectáreas que representan un abrupto hueco rural en medio de una región totalmente urbanizada, en una de las mayores megalópolis del mundo. Nadie sabe decir exactamente que es: si es un parque, una facultad o un barrio . Es que la Agronomía es en realidad es un espacio compartido por los barrios de Villa Talar, Villa del Parque, La Paternal, Villa Ortúzar y Parque Chas. Incluso tiene su propio barrio interno: el Barrio Rawson.
Cuando el gobierno de Buenos Aires decide, en 1893, crear el Parque del Oeste, esta era aún una zona periférica, donde lo urbano se entremezclaba con lo rural. Por la zona pasaba el Ferrocarril al Pacifico (hoy San Martín), y el Tramway Rural de Buenos Aires (hoy línea Urquiza). El primero fue el que mas influencia tuvo en el desarrollo de la zona, ya que contaba con más estaciones dentro de la capital. Los antiguos partidos de Flores y Belgrano, recientemente se habían incorporado al territorio de la capital. También, cruzando las actuales avenidas Constituyentes y Francisco Beiró, se encontraba el territorio del antiguo partido de San Martín, que luego cambio sus límites para darle forma a lo que hoy es la General Paz. La zona de la Agronomía, que antiguamente formaba parte del territorio conocido como la Chacarita de los Colegiales, se encontraba en el área limítrofe entre estos tres partidos.
La estación más cercana al predio era la de Villa del Parque, del Ferrocarril al Pacífico. La misma fue nombrada así justamente en alusión al Parque del Oeste, antiguo nombre del parque agronómico. Fundada en 1908, se caracterizo por darle a la zona una impronta inglesa, junto con las coquetas casas que componían el barrio. Desde su comienzo, fue uno de los barrios mas típicamente de clase media de la ciudad de Buenos Aires. También, desde su comienzo, tuvo una relación muy estrecha con el Parque de la Agronomía. En el año 1930, se inaugura el Barrio Rawson, adherido al parque como uña a la carne, que le otorgaría al mismo una fuerte unidad con el barrio de Villa del Parque, a través de la avenida San Martín. Famoso es este vecindario por haber sido la residencia del escritor Julio Cortazar, que bien describiría el panorama en su cuento Ómnibus:. “A las dos, cuando la ola de los empleados termina de romper en los umbrales de tanta casa, Villa del Parque se pone desierta y luminosa. Por Tinogasta y Zamudio bajó Clara taconeando distintamente, saboreando un sol de noviembre roto por islas de sombra que le tiraban a su paso los árboles de Agronomía.”. Existe también una gran similitud arquitectónica entre los edificios del Barrio Rawson y las construcciones del interior del parque. Es innegable la estrechísima conexión de Villa del Parque con su parque, uno de los mayores pulmones de la ciudad, y uno de sus espacios más increíbles, donde la ciudad mas se conecta con su pasado y nos recuerda que Buenos Aires es una mancha de cemento inmersa dentro de la pampa húmeda, aunque en este caso parezca justamente lo opuesto.
La Paternal fue otra de las estaciones del Ferrocarril al Pacífico inauguradas a principios del siglo XX. A pesar de su gran parentesco con Villa del Parque, este barrio conservo su identidad propia, poblándose de construcciones más sencillas. En su sector norte, La Paternal cuenta con enormes espacios verdes, aledaños al complejo agronómico. En otro artículo ya mencioné la historia del albergue Warnes, en el terreno lindante a la avenida Chorroarín [1] . Lo cierto es que hoy, al otro lado de la Agronomía, se encuentra el parque de La Isla de la Paternal. Un poco más allá, pasando la avenida Punta Arenas, se encuentra el predio del Centro Garrigos, que cuenta con un inmenso jardín, y al sur de la avenida Warnes, ocurre lo mismo con el Hospital Alvear, en un terreno semi abandonado. Meterse por ese sector de la avenida Chorroarín, implica meterse en una zona casi rural: no hay ningún edificio sobre ninguna de las manos de la avenida. A diferencia de lo que ocurre con el parque Tres de Febrero, diseñado por el paisajista francés Carlos Thays, estos son parques más bien llanos. Es más bien un resabio de aquella Buenos Aires del centenario, donde el campo daba paso progresivamente a los arrabales. Parece una foto congelada en el tiempo. El puente de San Martín, hoy llamado Julio Cortázar, es uno de los más antiguos de la ciudad, y es la construcción que domina la zona. Es también el nexo que une La Paternal con Villa del Parque, y que les da unidad junto con el Parque de la Agronomía.
Al otro lado de la avenida Francisco Beiró, en las tierras que alguna vez conformaron el partido de San Martín, se encuentra uno de los barrios más difíciles de definir. Según la ordenanza proclamada en 1972, este sector pertenece al barrio de Agronomía, pero durante mucho tiempo, fue conocido como Villa Talar. Debido a su lejanía con el centro de la ciudad, este fue uno de los barrios desarrollados más tardíamente. Su historia se encuentra muy vinculada a la de Villa Pueyrredón y Villa Devoto. Las calles que lo atraviesan en dirección este – oeste, guardan continuidad con las de Flores y Villa del Parque, mientras que aquellas que lo hacen en dirección norte – sur, guardan continuidad con las de Villa Devoto. Este barrio debió su nombre a las talas ubicadas en la región de Nazca y Beiró, del lado oeste del parque agronómico. A principios del siglo XX, contó con una de las asociaciones de fomento más activas de la ciudad, que organizaba periódicamente ciclos de cine y otros eventos culturales. Al igual que Villa Ortúzar, este barrio esta mas bien relacionado con la línea Urquiza, que para ese entonces ya contaba con tracción a vapor, y pasó a denominarse Ferrocarril Central de Buenos Aires. Contaba con dos estaciones en su territorio: Tres Cruces (hoy Francisco Beiró) y América (hoy El Libertador). De todos los barrios que rodean al parque, este es el de aspecto más “provinciano”. Las construcciones son modestas, pero menos apegadas al estilo italiano, y la mayoría cuenta con un pequeño patio en su frente. A excepción de sus avenidas, es el barrio menos transitado de todos, donde se siente y se respira más verde, dada la gran cantidad de árboles que pueblan sus veredas. Si uno camina por la avenida Beiró, se encuentra con un apacible paisaje suburbano, que transmite una autentica sensación de paz, y es difícil creer que uno se encuentra dentro del territorio de la capital federal.
Al norte de la avenida Constituyentes, se encuentra el simpático barrio de Parque Chas. Con una historia ligada a Villa Urquiza, Parque Chas es un verdadero laberinto de calles angostas. Casi todas sus calles llevan nombres de ciudades europeas. Comenzó, al igual que el barrio Rawson, como un proyecto de casas baratas para obreros. A diferencia de lo que es hoy, en aquella época una vivienda social se construía con un sentido de dignidad mucho mayor. Parque Chas se convirtió un barrio hermoso, prácticamente sin edificios, donde se puede apreciar la belleza de la sencillez, y la ingeniosidad del diseño urbanístico que lo hace tan particular. En los primeros años de existencia del barrio, cuando aun se estaban realizando los loteos, se vendían terrenos con la promesa de que pronto llegaría el tren subterráneo al barrio. Esta promesa quedó en la nada, concretándose recién casi un siglo después. La avenida De Los Incas es su principal eje, que une los núcleos de Belgrano y Devoto. La avenida De Los Constituyentes, antiguo límite entre los partidos de Belgrano y San Martín, cumple la función de cambiar de nombre todas las calles que lo atraviesan, marcando, aún hoy, el límite del área de influencia de Belgrano con el área de influencia de Devoto. Su única zona comercial, es la zona limítrofe con Villa Urquiza, sobre Triunvirato. El resto, se compone de pequeñas viviendas que hacen del barrio un muy agradable paisaje. Incluso la avenida Victorica, que atraviesa el laberinto en forma diagonal, casi no tiene comercios, dando lugar a un barrio puramente residencial y coqueto.
Este barrio guarda una interesante historia en relación a la Agronomía: en el año 1972, una ordenanza municipal fijo sus límites, que son los mismos que ostenta hoy. Pero en el año 1976, otra ordenanza municipal los desdibujó, asignando todo su territorio al barrio de Agronomía. Entonces, los límites de la “Gran Agronomía” se extendían desde la avenida Triunvirato hasta la avenida San Martín, y desde la avenída Chorroarín hasta La Pampa/ Salvador María del Carril. Tras años de reclamos, Parque Chas volvió a tener autonomía, promulgándose la misma en el año 2006. Entonces, analizando los límites de la “Gran Agronomía”, la misma se componía de tres barrios: Parque Chas, la mitad sudeste de Villa Talar, y el barrio Rawson, además del parque en si mismo [2] . Estrictamente hablando, también incluía una parte de Villa Ortúzar, al sur de la avenída Combatientes de Malvinas (ex Donato Álvarez), que fue asignada deliberadamente a los barrios de Parque Chas y de La Paternal. Sobran motivos para creer que toda el área encerrada entre Combatientes de Malvinas, la avenida Del Campo, las vías del Urquiza, y la calle Llerena, pertenecen a Villa Ortúzar, ya que presenta todos los rasgos que le dan identidad. Se trata de una zona muy industrial, donde se entremezclan fábricas y galpones con casas sencillas. Asimismo, la historia de este barrio está íntimamente relacionada con el tranvía, y también con la línea Urquiza, que antiguamente también fue un tranvía. Sobre la avenída Triunvirato, donde hoy se encuentra la sede de la UTN, se alzaba un enorme galpón de reparación y almacenamiento de tranvías. El trazado urbano, si bien no es un laberinto como Parque Chas, es bastante peculiar, ya que predomina un trazado irregular donde es frecuente toparse con diagonales. Las calles que llegan hasta aquí son las mismas que atraviesan Saavedra, Coghlan y Belgrano R. Solo que acá cambian totalmente su sentido, virando en noventa grados su dirección, y cortando la avenida Triunvirato, volviéndose paralelas a la avenída Chorroarín. En esta región también se encuentra el hospital Tornú, uno de los íconos del barrio, cuya imagen se encuentra representada en la estación Tronador del subte B. Esta misma representa el epicentro del barrio, ya que el subte viene a reemplazar al tranvía que alguna vez circuló sobre Triunvirato.
La línea B tiene una historia íntimamente relacionada con el ferrocarril Urquiza. Se podría decir que ambas son herederas del antiguo Tramway Rural, que corría sobre el eje Corrientes-Triunvirato, y se extendía hasta Zarate, atravesando el partido de San Martín. Ambas son líneas de trocha angosta, herencia de capitales belgas, en particular de los hermanos Lacroze. Justamente en la estación Federico Lacroze, en el barrio de Chacarita, existe un empalme del subte al tren, dando cuenta de su parentesco. Toda la zona, llamada antiguamente la Chacarita de los Colegiales, estuvo signada, desde fines del siglo XIX, por la presencia de los dos ferrocarriles, el inglés y el belga: las actuales líneas San Martín y Urquiza, respectivamente. Si La Paternal representaba el taller de la línea inglesa, Villa Ortúzar representaba el taller de la línea belga. Es por eso que lo lógico sería situar el límite sur de Villa Ortúzar sobre las vías del Urquiza. La avenida Combatientes de Malvinas y su continuación, la avenída Del Campo, representa uno de los ejes más importantes del barrio, y de ningún modo debería constituir su límite.
Otro de los predios representados en las paredes de la estación Tronador, otro de los íconos del barrio, es la Estación Meteorológica de Villa Ortúzar. A pesar de recibir ese nombre, la estación se encuentra dentro del predio de la Agronomía. Entonces, surge la pregunta ¿A que barrio le pertenece el parque? La respuesta es muy sencilla: a ninguno. La Agronomía no es Villa Ortúzar, la Agronomía no es Parque Chas, la Agronomía no es Villa Talar, la Agronomía no es Villa del Parque, la Agronomía no es La Paternal. Tampoco la Agronomía es un parque, ni una facultad, ni un barrio (aunque tiene un barrio interno: el barrio Rawson). La Agronomía es todas esas cosas juntas. Es una geografía delimitada por las avenidas Constituyentes, Beiró, San Martín y Chorroarín. Es un espacio ocupado por muchas instituciones, abierto para estudiantes y vecinos. Cada uno de los barrios que lo rodean tiene una estrecha conexión con el parque. También tiene una institución deportiva en sus instalaciones: el Club Comunicaciones. Si uno se mete por los caminos de la Agronomía, parece estar en las afueras de un lejano pueblo rural, ambientado también por las vías del ferrocarril. Recorrer sus caminos por la noche es una de las experiencias más hermosas que uno puede hacer, pudiendo apreciar esa mancha de oscuridad inmersa en un mar de iluminación artificial. En ningún otro lugar es posible encontrar un espacio tan especial, con tantos matices, con tantos encantos. Es un espacio donde se encuentran la calma y el verde de la pampa húmeda, la intelectualidad y sociabilidad estudiantil, y la industria y el progreso de la metrópolis. La Agronomía es un lugar único en su especie.