El histórico trencito volvió al Parque Avellaneda

Tras 9 años, el trencito volvió reparado y ya está prestando servicios los sábados, de 11 a 13 y de 14 a 17, con viajes de 15 minutos para 50 personas con y un recorrido que recorre los lugares emblemáticos del parque.

El histórico trencito «Expreso Alegría» volvió a funcionar en el Parque Avellaneda después de 9 años. Funciona los sábados, de 11 a 13 y de 14 a 17, y realiza varios viajes con una capacidad para 50 personas cada uno.

Da una vuelta de 1600 metros alrededor del parque a unos 6 kilómetros por hora en un recorrido que dura aproximadamente 15 minutos, durante el cual se pueden descubrir los sitios más emblemáticos del parque, como la casona de la familia Olivera, el Jardín de la Meditación, el vivero o la calesita. Los paseos se suspenden en caso de lluvia.

Puesta en valor

Los trabajos de reparación y puesta en valor del «Expreso Alegría» estuvieron a cargo del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, mientras que el mantenimiento y operación del tren se realizarán con la colaboración de la empresa Autopistas Urbanas S.A. (AUSA).

«Fue una gran experiencia y muy emocionante trabajar en la restauración del trencito del Parque Avellaneda, devolviéndole así a los vecinos del oeste de la Ciudad un pedazo nostálgico de su historia. Hoy padres e hijos comparten un paseo por el tiempo en su recorrido, vinculando la forma de entretenimiento entre dos generaciones», dijo el subsecretario de Mantenimiento del Espacio Público, Rodrigo Silvosa.

Las obras para recuperar el histórico trencito comenzaron en febrero de 2014. Incluyeron el diseño y construcción de las ruedas, los ejes, los resortes, los portacojinetes, los rulemanes, los bujes y los marcos de hierro. Se hicieron también diferentes trabajos en el circuito, que incluyeron los acondicionamientos de la Estación Onelli, llamada así por Clemente Onelli, director del Zoológico Municipal en 1909.

Se trabajó, además, en el circuito de recorrida con la incorporación de nueva señalética y cartelería y la instalación de rejas de seguridad en el Jardín de la Meditación, además de la limpieza de las vías.

Un poco de historia

En 1909, Clemente Onelli, por entonces director del Jardín Zoológico Municipal de Buenos Aires, puso en marcha el trencito que recorría 1 kilómetro dentro del Zoo. El tren se transformó de inmediato en una de las atracciones del jardín, al punto que se incorporó a los festejos por el Centenario de la Independencia Nacional un año después. En esta oportunidad subieron al tren personalidades de la época como la Infanta Isabel, Clemenceau y Vicente Blasco Ibañez, un reconocido periodista y escritor español.

El traslado del tren hacia Parque Avellaneda se hizo en 1929 por decisión del intendente José Luis Cantilo. En 1936 se inauguró de manera oficial y se lo llamó «Expreso Alegría». Su primer maquinista fue Ciro Fantoni, nacido en Italia. En 1950, con el auge del ferrocarril y el avance industrial, se agregaron dos locomotoras diésel de origen británico construidas por la casa Ruston & Hornsby.

Fue la época en la que el trencito gozó de mayor popularidad y productividad. En 1998, se decidió suspender el funcionamiento debido al deficiente estado de conservación, que representaba un peligro para la seguridad de las personas.

En el año 2000 se logró recuperar el «Expreso Alegría» por unos meses pero volvió a suspenderse por fallas. En 2006 se produjo la segunda vuelta inaugural; sin embargo, las obras ejecutadas fueron insuficientes para atenuar el efecto de las lluvias y el desnivel del terreno.

Con la vuelta al funcionamiento, el «Expreso Alegría» se vuelve a unir a las actividades diarias del parque, como las visitas guiadas que se realizan los martes y sábados de la casona de los Olivera.

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