El Hospital de Pediatría Garrahan realizó 101 trasplantes de órganos, tejidos y células en el contexto del COVID-19. Se trata de 30 trasplantes de médula ósea, 31 renales, 10 cardíacos y 30 hepáticos. #HospitalGarrahan #TransplanteRenal #TransplanteCardiaco #TransplanteHepatico #Incucai #HospitaldePediatria @hospgarrahan #TransplantedeMedulaOsea
Esta semana el Hospital de Pediatría Garrahan superó los 100 trasplantes a niños, niñas y adolescentes que necesitaban estos procedimientos para vivir, en un año atravesado por la pandemia de COVID-19, y gracias a un trabajo coordinado entre varios sectores del Hospital.
Los programas de trasplante se ajustaron a los protocolos de atención para pacientes trasplantados formulados por el INCUCAI y la Sociedad Argentina de Infectología, realizando a todos los donantes-receptores estudios de PCR para COVID-19.
En total, se hicieron 101 trasplantes entre los programas de trasplante renal, hepático, cardíaco y de médula ósea.
“Ha sido y continúa siendo un inmenso desafío que en el contexto del Covid-19, el hospital haya podido sostener el funcionamiento que requieren intervenciones de tan alta complejidad como los trasplantes, y eso obedece a distintos factores: un presupuesto adecuado, gran profesionalismo, así como una dedicación y compromiso enorme de parte de los trabajadores y trabajadoras del hospital con la salud pública de nuestro país”, valoró Guillermo González Prieto, presidente del Consejo de Administración del Garrahan.
“Si algo caracterizó a la pandemia fue el grado de incertidumbre que atravesó la sociedad en general y la comunidad hospitalaria en particular, por eso continuar garantizando el acceso de los chicos y chicas a tratamientos complejos en el contexto del Covid-19, es la mejor manera de cerrar este año difícil”, expresó Patricia García Arrigoni, directora médica ejecutiva.
García Arrigoni destacó además la importancia del adecuado y normal funcionamiento del Centro Regional de Hemoterapia del Garrahan en pandemia que “aseguró la realización de todos los trasplantes desde el primer día con provisión de sangre y hemoderivados seguros”.
“Nada se postergó por encontrarnos en pandemia. Para mantener el seguimiento activo, el equipo se dividió en dos grupos con semanas de atención alternas. Se utilizó la modalidad de telemedicina para recibir consultas por potenciales derivaciones o controles de pacientes de la institución que no podían trasladarse para su control”, afirmó Dora Haag, miembro del Servicio de Cirugía Cardiovascular, Trasplante Cardíaco y Vascular Periférico, que, desde su fundación en 2000, lleva realizados 79 trasplantes.
“De los 10 trasplantes realizados este año, la gran mayoría de los pacientes presentaba una enfermedad en el músculo cardíaco, miocardiopatía dilatada, cuyo origen es diverso: desde genético hasta infeccioso. La edad promedio de nuestros pacientes es de 10 años. Hemos realizado trasplante en niños desde los primeros meses de vida hasta los 17 años en el caso del de mayor edad”, explicó Haag.
Y agregó: “El Hospital Garrahan cumple un rol importante en nuestro país, y es poner al alcance de la población pediátrica toda la complejidad que necesitan nuestros pacientes para solucionar o paliar sus problemas de salud. Formar parte de ésta misión es un orgullo y un desafío profesional, que nos estimula para estar a nuestro mejor nivel para cumplirlo”.
Raquel Staciuk, del servicio de Trasplante de Médula Ósea, destacó “el importante trabajo en equipo” que permitió la realización de los 30 trasplantes y agradeció la labor del personal de Enfermería, Laboratorio, Farmacia, Kinesiología, Alimentación y Esterilización, entre otros.
“La mayoría de los pacientes que necesitan un trasplante de médula ósea no admiten tiempos de espera prolongados. Las patologías más frecuentes que llegan a situación de trasplante dentro de nuestra institución son las leucemias agudas, los fallos medulares y las inmunodeficiencias”, indicó Staciuk, jefa del servicio.
Y agregó: “Nuestro servicio al igual que los otros pudo sostener este año el principal valor que distingue al Hospital Garrahan, la equidad: Hacer llegar al que menos tiene y más necesita una medicina de la más alta complejidad y calidad”.
Por su parte el equipo de Trasplante Renal, conducido por Marta Monteverde, realizó este año 31 trasplantes en su mayoría a pacientes pediátricos con malformación de los riñones y de la vía urinaria. Desde el inicio del Programa de Trasplantes Renales en 1988, el Garrahan lleva realizados 986 trasplantes.
“Más que el número de trasplantes, me quedo con cada niño que podamos ayudar a mejorar su salud. Todos los trabajadores de este Hospital tienen el mismo propósito: mejorar la calidad de vida de todos los niños, niñas adolescentes y familias que son atendidas aquí”, resaltó Monteverde.
Su contraparte en materia hepática, Guillermo Cervio, destacó el desafío que representó la realización de trasplantes durante la pandemia, en especial con Donantes Vivos Relacionados (DVR) que representan el 26% de los trasplantes hepáticos y que se intervienen de manera simultánea en el Garrahan y en hospitales como el Argerich y El Cruce.
Este año, el programa de Trasplante Hepático realizó 30 trasplantes en niños, niñas y adolescentes que en su mayoría presentaban Atresia de Vías Biliares, un 36% de los casos, seguida por la Falla Hepática Aguda, un 23% de los pacientes. El servicio ha realizado 881 trasplantes hepáticos desde su inauguración en 1992.
“Llegar a este número nos produce una enorme satisfacción, dadas las múltiples posibilidades de ofrecer a estos pacientes una mejor calidad de vida a través de los trasplantes. Cada uno de ellos, los 101, ha tenido la oportunidad de mejorar su condición de salud y regresar a su vida familiar y social gracias al trabajo realizado por los distintos equipos de trasplante sostenidos por el Hospital Garrahan”, destacó Cervio.
El desafío de adaptar los quirófanos en el contexto COVID-19
La pandemia requirió una adaptación de muchas prácticas del funcionamiento en las instituciones de salud de todo el país.
En el Hospital Garrahan esta adaptación tuvo varias etapas: se realizó la compra de los Equipos de Protección Personal (EPP) y se instruyó a todos los trabajadores y trabajadoras en su correcta colocación y remoción.
También se implementó un nuevo sector para la recepción de pacientes, con un Circuito COVID-19 para los pacientes con sospecha o con PCR positivo, camillas de traslado especiales y un ingreso diferenciado para no generar cruces con otras áreas asistenciales.
“Con este protocolo de protección y Circuito Covid, cada servicio puso prioridades en sus cirugías a través del análisis de cada caso clínico en particular en grado de urgencia. El circuito prequirúrgico tuvo que hacerle PCR a todos los pacientes y al familiar que se quedaba en el hospital para que no haya circulación de adultos con Covid dentro del hospital”, explicó Juan Pablo Corvetta, cirujano y jefe del Servicio de Urología del Garrahan.