El domingo 24 se celebra la Fiesta de la Alasita en la ciudad de Buenos Aires

Durante el evento se rendirá honor al Ekeko en una jornada con espectáculos artísticos y culturales, con stands gastronómicos, para que todos los vecinos presentes pueda disfrutar de una de las fiestas más tradicionales de esta comunidad hermana. Centenares de artesanos se instalarán en el Parque Avellanada, Villa Lugano, Villa Soldati, Flores y Retiro para vender casitas, animalitos de yeso; artículos de primera necesidad, materiales de construcción y objetos varios que se encomiendan al Ekeko, para su conversión en realidad en el futuro.

El domingo 24 de enero, día de la Alasita, se realiza en la ciudad de Buenos Aires desde 1997 y ya está muy arraigada por su fuerza cultural. Entre sikus y vestimentas multicolores podrás formar parte de la celebración tradicional de la Comunidad Boliviana, disfrutando de una maravillosa tarde en familia y realzar las creencias. 
 
Al igual que en Bolivia, los billetes, pasaportes, cheques, certificados y otros documentos en miniatura colgados en chuspitas a los ekekos son las piezas centrales de la festividad.
 
Por constituirse en el evento más importante para los aproximadamente un millón de residentes de Bolivia en Buenos Aires, tiene gran concurrencia incluso en días hábiles como quedó demostrado en pasadas ediciones. 
 
La música y el aroma a sahumerio con incienso y otros de los artículos adquiridos en miniatura, que según la creencia se harán realidad, también forman parte de la festividad. 
 
El término Alasita viene del Aymara y quiere decir «cómprame». Hasta mediados del siglo pasado (1950-1960), la llegada de esta fiesta era anunciada con el toque de pinquillos (flautines de caña hueca), que los niños hacían sonar días antes de esta feria. En aquellos tiempos, los niños eran los que más esperaban su llegada, porque podían seguir comprando miniaturas a modo de juguetes. La tradición se inicia en el año 1781 cuando el gobernador intendente de La Paz, Bolivia, José Sebastián de Segurola, ordenó celebrar una fiesta anual en honor a la deidad denominada Ekeko, en agradecimiento porque la Ciudad se salvó del cerco indígena de Túpac Katari.
 
Se celebra todos los años el 24 de Enero en la ciudad de La Paz y se extiende por el lapso de aproximadamente tres semanas. Los visitantes compran miniaturas de toda clase de elementos del hogar: dinero, automóviles, casas, materiales de construcción, ropa, electrodomésticos, comida, etc. que los asistentes encomiendan al Ekeko, para su conversión en realidad en el futuro. Al mediodía del 24 de enero, los que han adquirido las miniaturas, someten éstas a un ritual que puede variar según el celebrante, éste consiste básicamente en una ch’alla, rito andino que incluye una rociada con alcohol o vino, pétalos de flores, sahumerio, adornos coloridos y oraciones que mezclan tradiciones prehispánicas y católicas.
 
Esta tradición, que se originó en la época prehispánica, adquirió aceptación y vigencia en la sociedad de la época colonial y en la actualidad es un elemento cultural común de la sociedad boliviana y una de las fiestas tradicionales más importantes de Bolivia. Tiene réplicas en otras ciudades de Bolivia en fechas diferentes, pero estas ferias son de menor magnitud, siendo la feria paceña la más conocida.
 
BUENOS AIRES CELEBRA LA FIESTA DE LA ALASITA
Día: Domingo 24 de enero
Hora: Desde las 11 h.
 
PARQUE AVELLANEDA
Organización: «Centro Cultural Autóctono Wayna Marka» y vecinos de Parque Avellaneda.
Dirección: Canchas Peuser, en la W?aka – En el Espacio Cultural Chacra de los Remedios (Directorio y Lacarrra – Parque Avellaneda)
 
VILLA LUGANO
Dirección 1: Av. Asturias (entre Santiago de Compostela y Castañares) Villa Lugano.
Dirección 2: Parque Roca (sector B): Pergamino 3900. Villa Lugano
 
VILLA SOLDATI
Dirección 1: Predio de la Colectividad boliviana 6 de agosto: Ana María Janner 3180, Soldati
Dirección 2: Barrio de Cildáñez
 
LINIERS
Dirección: José León Suárez 200 (sector comercial de esa zona)
 
FLORES
Dirección: Av Bonorino (en le lugar donde se realiza la feria los domingos)
 
RETIRO
Dirección: Villa 31 (Feria del barrio) 
 
Más información 
(fuente www.portaldesalta.gov.ar/ekeko.html)
 
Con los nombres de Ekeko, Iquiqu o Tonupa se conoce al dios de la abundancia y de la Felicidad para los Aymaras y Collas cuyo culto abarca desde el centro de Perú hasta el noroeste de la Argentina.
 
Se lo representa con un muñeco realizado terracota y generalmente mide 20cm de altura y es la representación de un hombre con las típicas vestiduras de la región andina. En su cuerpo cuelgan bolsitas conteniendo tabaco, cereales y billetes enrollados a modo de ofrendas para favorecer la compra de bienes materiales. Quien tenga un Ekeko puede colocar aquellas ofrendas en miniatura que simbolizan aquello que desea obtener colgando del muñeco o a su alrededor. 
 
Pero para que los deseos se concreten es necesario hacer «fumar» al Ekeko, quien presenta en su boca es espacio para el cigarrillo, mientras de agrega la ofrenda o, según dicen, los días viernes es más efectivo. La concreción del deseo se asegura si sale humo del cigarillo como si el Ekeko fumara.
 
Historia:
 
El ekeko es una deidad venerada desde siglos antes de la conquista del territorio por los españoles. Sus seguidores creían que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna. 
 
Se piensa que se originó entre los Tiwanaku, habitantes del altiplano boliviano y de las riberas del lago Titicaca. Tras la conquista por los incas, estos adoptaron la deidad, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte. 
 
En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad. 
 
En la colonia el culto a la deidad tomó nueva fuerza y, en La Paz, durante el cerco que ésta ciudad soportó durante un alzamiento indígena contra el control español. 
 
La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la conquista, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo. 
 
Hoy en día, existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia la creencia de que el ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca, que sólo puede consumirse hasta la mitad. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra, reproducciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas.
 
La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto. 
 
La figura del Ekeko tomó gran popularidad en la provincia de Buenos Aires (Argentina) durante el periodo hiperinflacionario de los años ochenta. Allí sus adeptos lo tomaron como una especie de patrono de la fortuna. 

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