El complejo habitacional Los Perales recuperó su nombre

El complejo habitacional Los Perales recuperó su nombreGracias al proyecto de ley presentado por el Legislador Roberto Quattromano y el Vicepresidente 1ro. Christian Ritondo, el complejo habitacional circunscripto por el perímetro de las calles Eva Perón, Lisandro de la Torre, Justo Suarez y Carhué ha recuperado el nombre con que fue bautizado en sus comienzos.

En la sesión del jueves 5 de diciembre, la Legislatura porteña aprobó la iniciativa PRO que impulsó el legislador Roberto Quattromano junto al Vicepresidente 1º, Cristian Ritondo para devolverle el nombre a Los Perales. El proyecto cumplió los plazos legislativos, luego de pasar por la primera lectura y una audiencia pública.

«Es un pedido de los vecinos que se sienten identificados con ese nombre y ese complejo habitacional de la Ciudad», señaló Quattromano.

En 1955, con el golpe de Estado que derrocó a Juan Domingo Perón y lo llevó al exilio durante 18 años, el barrio Los Perales, estigmatizado como «un nido de ratas peronistas», según el vicepresidente de facto Almirante Isaac Rojas, fue renombrado por una ordenanza como Manuel Dorrego.

Fue acerca de Los Perales que surgió una leyenda urbana poco sustentada, perteneciente al imaginario del antiperonismo, que afirmaba que los nuevos propietarios hacían asados con las maderas del parquet de las casas.

Durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en materia de vivienda social hubo un flujo migracional importante. Los barrios obreros se incrementaron, el complejo habitacional “Los Perales” fue uno de ellos.

Fundamentos del Proyecto de Ley

Durante el gobierno de Juan Domingo Perón en materia de vivienda social hubo un flujo migracional importante. Los barrios obreros se incrementaron, el complejo habitacional «Los Perales» fue uno de ellos.

En el terreno ocupado posteriormente por Los Perales, existía un pequeño asentamiento llamado “Ciudad Perdida”, que durante la presidencia de Frondizi fue reemplazado por nuevas tiras de viviendas que se anexaron a Los Perales.

El origen de la población de Los Perales fue heterogéneo, y no hay fundamentos para afirmar que barrios como éste dieron albergue sólo a familias de migrantes internos. Es posible que muchos habitantes que vinieron del interior del país hayan evitado terminar vivir hacinados gracias a estos nuevos complejos, pero muchos otros también llegaron de conventillos y casas de alquiler porteños. Algunos incluso vivían ya en Mataderos.

Las tensiones más fuertes no se dieron entre los vecinos de los nuevos barrios obreros y sus vecinos de las villas, sino entre aquellos y la población más tradicional y de clase media porteña. Fue acerca de Los Perales que surgió una leyenda urbana poco sustentada, perteneciente al imaginario del antiperonismo más rancio, que afirmaba que los nuevos propietarios hacían asados con las maderas del parquet de las casas.  Pero esas historias huelen más a racismo y discriminación que a realidades concretas.

En 1955, con el golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora, que derrocó a Perón y lo llevó al exilio durante 18 años, el barrio Los Perales, estigmatizado como un nido de ratas peronistas según el vicepresidente de facto Almirante Isaac Rojas, fue renombrado por una ordenaza como Manuel Dorrego, y la Escuela, en ese entonces llamada Justicialista, paso a llamarse, Roma.

Fuente Prensa Quattromano

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