Cristina Suárez: sus poemas sobre el barrio de Barracas

La calle Larga

Por la calle Larga
al llegar el siglo
se veían carretas
con chirreantes ruedas
marcando las huellas
del noble paisano
que habitó estas tierras.

Persona, coraje
que con su trabajo
se fue abriendo paso,
construyó el futuro
que hoy veo asomarse.

Hoy están tan lejos
las viejas carretas
y la calle Larga,
tus ruedas gastadas
y tu toldo roto
que  fueron testigos
de grandes promesas
se ven tan distantes.

Y a vos calle Larga,
no te escoltan quintas
ni grandes casonas,
los departamentos
invaden tu historia.

Todo es diferente
cambió junto al siglo.

Tus ruidos, tus voces,
tus cantos y sueños,
están en los libros
y en viejas anécdotas
de los que habitaron
en aquellos tiempos
ésta calle Larga
y aquellas carretas
que a este barrio mío
hicieron crecer.

 

Gigante de Cemento

Gigante de cemento que a tu paso arrasaste
con todas las vivencias de un pasado cercano,
con las ganas de encontrar horas ya idas
imaginando un futuro que hace daño.

Gigante de cemento que a tu paso estrujaste
los sueños de miles de recuerdos
te llevaste de la mano, ese cielo tan limpio
de mi querido barrio, enriquecido de estrellas
y esa nostalgia cansada de la gente
que viven hoy sus calles
añorando un tiempo que pasó sin escuchar a nadie
y una vida que cambia a cada instante.

Gigante de cemento que a tu paso te llevaste
ese olor de malvones y glicinas de mi niñez perdida
y con ellos, raíces de otra épocas que aún veo
en las arrugas de los viejos que te habitan.

Autopista, yo se que sos futuro
pero el recuerdo, me duele en las entrañas
tu presencia es injusta y lastimera
no pidas te comprenda,
es más fuerte mi futuro imaginado
que tu presencia imponente y desafiante.