Cristina Suárez: Algunas anécdotas que forman parte del barrio

Desde la caída de Rosas, en el barrio se fueron levantando varios hospitales:

– “La Convalecencia” 1854 destinado a alienadas, luego de la Guerra del Paraguay “La Casa de Dementes” solo para varones, “El hospital de Inválidos” y finalmente “El Hospital Militar” que hasta 1883 estuvo frente de la Casa Cuna. En 1880 se instala “El Instituto Frenopàtico Argentino” donde actuaron José Ingenieros y José María Ramos Mejía, más al Sur de la Avenida Montes de Oca, sobre la calle Gral. Hornos al 600, de una vereda era de mujeres y de la otra era de varones, unidos los dos pabellones por un puente, se derrumbó al construirse la Autopista 9 de Julio Sur.

– Frente al Hospital Luís María Ferrer, a la vuelta de la Casa Cuna, sobre la calle Finochietto en la década de 1930, funcionó la primera escuela bilingüe argentino-japonesa destinada a los niños de esa comunidad.

– Entre los años 1873 y1877 la Casa Cuna tuvo muchos problemas de enfermedades que provocaban la muerte infantil. Las oftalmias purulentas, la gastroenteritis, el escorbuto, el raquitismo y la desnutrición. La distancia entre los pabellones los mantenía aislados a fin de evitar infecciones intrahospitalarias… Cuando las nodrizas no eran suficiente se complicó el sustituir la leche humana, se usaron leche de vaca, yegua, burra y cabra, pero al no poder esterilizarla, no se podía conservar y se intentó colocar a los bebés directamente en las ubres de cabras amaestradas. Por suerte comienza a elaborarse en Buenos Aires » la leche malteada» que se vendía en farmacias y droguerías.

Información extraída de “La historia de la Casa Cuna”