¿Sabés cuál es la casa más angosta de Buenos Aires? por Mabel Crego

La Casa Minima
La Casa Minima

En el barrio de San Telmo, escondida entre antiguas casas acomodadas, donde desde terrazas y recovas desbordan cataratas de glicinas  y ropas tendidas al sol aparece un pequeño pasaje el San Lorenzo.

La humilde callecita sigue como  en otros tiempos empedrada de adoquines,  a la altura del 380 (antigua denominación 66) se halla la “casa mínima”  la mas angosta que se conserva en  Buenos Aires.

Su frente no alcanza los 2,50 m.  Algunos expertos dicen que solo mide 2,17 m.

Es de la época colonial, ya es bicentenaria, Baldomero Fernández Moreno la describe así:

….“una fachada lisa, con una puerta a dos hojas en el medio pintada de verde con cerradura y falleba de hierro, el número en alto, como una flor en la solapa.

Es de dos plantas   exactamente sobre la puerta hay un balconcito con barrotes verticales de hierro, detrás de la ventana de dos hojas se pueden ver dos cortinillas tejidas al crochet, producto de manos artesanales, a un lado del balcón un gran cacharro con geranios rojos, al otro lado otro cacharro con geranios rojos y en el intermedio  cuatro macetitas con flores de multicolores. Y luego la cornisa, un repulgo de argamasa. La casa se prolonga hacia atrás pero, parece sola, con esa habitación, con esa celda”…

La casa mas pequeña de Buenos Aires, está hoy invadida de silencio desde que el único residente la deshabitara. Por sobre la cornisa del techo han crecido algunas plantas y sus viejos materiales se van descascarando, hasta el número que tenía como “una flor en la solapa” ya no luce, una gruesa cadena y un candado guardan su silencio para siempre.

La Casa Minima
La Casa Minima

Dicen  algunos historiadores que estas casas de reducidas proporciones eran para los esclavos negros  libertos a quienes sus antiguos dueños les asignaban dentro de su propiedad, un pequeño  espacio para que vivieran como hombres libres.  Los espacios eran muy reducidos y a la muerte de esos libertos la propiedad volvía a pertenecer a sus dueños originales (o a sus descendientes) razón por la cual quedan muy pocos vestigios de estas casas mínimas.

Otros historiadores, dicen que estas pequeñas casas, son producto de las diferencias de metrajes de construcción y nada tienen que ver con los esclavos.
El arquitecto José María Peña, directo del Museo de la Ciudad, dice que entre los años 1860 y 1872 Pedro Beare, levantó un plano catastro de la Ciudad donde muestra la dimensión de los solares y las construcciones levantadas en ellos. En la correspondiente cortada de San Lorenzo, aparece la señora Magdalena Buthner, como propietaria de la parcela (plano N° 111) con una extensión de 16 metros de frente por 17 de fondo. Donde esta ubicada la casa mínima. Peña piensa que el problema del esclavo “Liberto” se resolvió con la concesión  por parte de los propietarios de una pequeña parcela de sus terrenos a su antiguo  sirviente. Según esta interpretación, la “Casa mínima” nunca habría sido independiente, sino parte de una propiedad mayor.

Yo quiero prefiero quedarme con la idea que la casa mínima es un recordatorio arquitectónico de un pasado en que los negros formaron parte de la realidad porteña, porque tiene la magia de la historia que aún hoy vamos descubriendo día a día.

Mabel Alicia Crego  email

 

Fuentes:

  • “Buenos Aires nos cuenta”
  • “Historia de un largo tiempo”
  • “Entrevista con el arquitecto Peña,  Museo de la Ciudad” 
  • Las fotos que ilustran la nota son de Mabel Crego.