Boedo: Personajes famosos y Anécdotas de los que estuvieron vinculados con el barrio

Anibal Lomba
Anibal Lomba

Adolfo Bellocq nace el 2 de marzo de 1899 en el barrio de Barracas. Reconocido por sus trabajos como grabador y xilógrafo, fue también pintor de caballete. 

Aníbal Lomba: uno de los más activos miembros y colaboradores de la Junta Central de Estudios Históricos de la Ciudad de Buenos Aires y Presidente de la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo. Historiador, autor de numerosos libros y artículos aparecidos en distintos medios, director peridístico de Nuevo Ciclo. (foto: Nuevo Ciclo)

Atilio Jorge Castelpoggi: Nació el 18 de abril de 1919, en la calle Mármol y Constitución en el barrio de Boedo de la ciudad de Buenos Aires. Fue poeta, ensayista, autor de letras de música popular. allece el 28 de abril de 2001. Boedo lloró su ausencia como a pocos en los últimos años. En la plazoleta “Sur”, ubicada en Av. Boedo y Belgrano, la Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo, con la colaboración de la laureada artista plástica Carlota Cairo, inaugura un mosaico mural, con algunas estrofas de su ya reconocido “Poema al barrio”.  

Claudio García Satur: actor, quien con su personaje en Rolando Rivas Taxista hizo conocer al barrio de Boedo (aporte de la vecina Susana Rey).

Cátulo Castillo: hijo de José González Castillo, músico y compositor, fue el autor de tangos memorables, como Organito de la tarde, Café de los Angelitos, Acuarelita de Arrabal, Caserón de tejas, etc. Organizó la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos e integró el directorio de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1951 sucedió a Homero Manzi en la presidencia de SADAIC, cargo que ejerció hasta 1955 en que la entidad fue intervenida por el Poder Ejecutivo. 

Don Fernando Vicente Navarro:  (1891-1969) Perteneció a la Sociedad por los Derechos del Hombre, previo a la Segunda Guerra Mundial. Esta Sociedad tenía escala internacional con sede en Francia. Además concurría asiduamente a las tertulias que se daban en las confiterias de la Avenida Boedo. Maestro Mayor de Obras, trabajó en la construcción en forma independiente. Formó parte de una sociedad muy distinta a la actual. Lo más importante es que fue un HOMBRE DE BOEDO. «La Nota» fue un diario del barrio de Boedo. Dato aportado por su hijo Arq Mario Argentino Navarro.

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Don Fernando Vicente Navarro Don Fernando Vicente Navarro Don Fernando Vicente Navarro

Dr. Inocencio Liberani: residió y ejerció su profesión hasta su muerte el Casa y consultorio del Dr. Inocencio Liberani en Pavon 390824/12/1967 en la calle Pavon 3908. Fue la figura del medico familiar, ese que aún sin poder cobrar su consulta visitaba a sus pacientes, a altas horas de la noche quienes lo recompensaban con la amistad y alguna cosita que podian darle. Nacido en Tucuman el 17/6/1988, hijo del profesor Inocencio Liberani, italiano (Ancona) llegado a la Argentina a pedido de Domingo F. Sarmiento. Profesor en ciencias naturales, arqueólogo y descubridor de las ruinas de una civilizacion inca en el valle de Santa María Catamarca. y de Gertrudis Araoz, nieta de Bernabé Araoz (primer presidente de la Republica de Tucuman). Nunca perdió su hombría de bien, el ayudar al vecino en problemas clínicos y personales era su consigna. Aún el edificio que fue su casa y consultorio se mantiene en pié en la esquina de Pavon y Castro en la planta alta. (Agradecemos al Sr. Hugo O. Charlier [email protected], Nieto del Dr. Liberani, el dato aportado).

Homero Manzi: el poeta autor de centenares de piezas de música ciudadana (tangos, valses, milongas, canciones, bailecitos, y hasta canciones de cuna). Libretista y argumentista en más de veinte producciones cinematográficas, además de autor teatral. Vivió junto a su familia en la Av. Garay 3251. Cursó parte de sus estudios primarios en el Colegio Luppi de Nueva Pompeya, ingresando a los 19 años a la Facultad de Derecho, de donde es expulsado en 1930 por su actividad militante por el radicalismo. Más tarde, viendo en Perón al continuador de la obra de Hipólito Irigoyen se incorpora a su partido. Su primera letra fue el vals «Porque no me besas», escrito a los 14 años. Los temas de Manzi, están referidos a una época de transición, a una Buenos Aires que cambiaba, a costumbres que se perdían y a una realidad política de la que participo muy activamente.
Luego vendrían sus grandes éxitos: Che Bandoneón, Barrio de Tango, El Pescante, Fuimos, Ninguna, Después: Desde el Alma , Discepolín, la serie de milongas en colaboración con Sebastián Piana: Milonga del 900. Milonga Sentimental, Papá Baltasar, Pena Mulata, etc. Y en 1948, el perdurable Sur : «San Juan y Boedo antigua/ todo el cielo/…». En el bar Esquina Homero Manzi, varias placas dispuestas en su frente recuerdan su nombre y en una de ellas, al igual que en la pared interior, puede leerse la letra del tango «Sur». En las otras placas se puede leer: «A Homero Manzi, tu barrio de tango» y en la otra, «A la fidelidad de socios y simpatizantes del club San Lorenzo o los gauchos de Boedo».

José González Castillo: el poeta, dramaturgo y periodista  es considerado una figura paradigmática de Boedo. En 1932, en los altos de un café ubicado en Boedo 868, fundó la Pena Pacha Camac, uno de los más importantes centros irradiadores de cultura de aquellos tiempos. Allí se dieron clases de dibujo y pintura, de música y declamación. Se organizó un conjunto filodramático dirigido por el mismo J.G.C. que puso en escenas las más variadas piezas de autores argentinos y extranjeros. Cientos de conferencias, a cargo de prestigiosas personalidades de la época, prestigiaron las modestas instalaciones. González Castillo fundó luego la Universidad Popular de Boedo, donde estudiaron miles de alumnos durante más de dos décadas. La esquina SE de San Juan y Boedo lleva su nombre.

Julián Centeya: «el hombre gris de Buenos Aires», ha sido otro de los prestigiosos vecinos. Periodista y autor de letras de tango famosos, como La vi llegar, Ché Pamela, Era un barrio malevo, etc. Lo recuerda hoy una esquina del barrio, ubicada en Av. Boedo e Inclán, llamada La Posta de Julián Centeya. 

Payadores: Las glorietas y cafés de Boedo supieron de la presencia de los payadores. Julián Martín Castro, colorido personaje a quien siempre se le veía con su poncho pampa blanco y negro que solía cantar sus rebeldías en las glorietas de Boedo, terminando muchas veces – como él mismo lo recuerda, en la seccional policial . Otro de los más conocidos payadores fue José Betinoti. Cultivó el canto alterno y prefería improvisar en payada individual. Entre sus numerosas composiciones recordamos Pobre mi madre querida y !Qué me habrán hecho tus ojos!. Homero Manzi le dedicó una película que se llamó El último payador.

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