Barrio de Barracas -La otra cara de la moneda- por Vigía

El tendido de las vías férreas del entonces Ferrocarril del Sud, ocurrido en el año 1865, en apariencia dividió el barrio de Barracas en dos sectores; a partir de ese momento la costumbre popular comenzó a señalar lo ocurrido en uno u otro lado del tendido con la frase «Del otro lado de la vía».

por Vigía
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Parafraseando el dicho, del lado oeste de la trocha ya existía el Hospital Nacional de Neuropsiquiatría Doctor Braulio Moyano en 1854. El Hospital Neuro siquiátrico José Tiburcio Borda, fue creado en el mismo año del evento ferroviario 1865.  El Hospital Doctor Guillermo Rawson comenzó sus funciones en 1887 y fue cerrado en 1978, para convertirse en hogar de ancianos. 
 
El Hospital Británico cuya piedra fundamental fue colocada por el Presidente Julio Argentino Roca en 1886 e inaugurado en 1887; justo destacar que este nosocomio comenzó a realizar las prestaciones médicas en un edificio de la calle Independencia en 1844. Institución fundada por el reverendo Barton Lodge y un grupo de ciudadanos británicos; comenzando la actividad con la denominación de «Dispensario Médico Británico»
 
Enmarcando todo este complejo sanitario existe un importante espacio verde, vecino inmediato a los establecimientos antedichos que responde al nombre de Parque España, que también tiene su historia.
 
En la primera mitad del siglo XIX, para ser más preciso en 1830, en este espacio se instalaron los Mataderos de la Convalecencia o Mataderos del Sud. El propietario de estas tierras era Luis Dorrego, hermano de Manuel Dorrego, político, militar y gobernador de la Provincia de Buenos Aires. 
Esteban Echeverría en su obra «El Matadero» detalla aspectos de cómo eran dichos mataderos, en los tiempos que ejercía su mandato el llamado «Restaurador de las Leyes», Juan Manuel de Rosas. 
 
De un párrafo extraído de este texto leemos: 
 
«Estos corrales son en tiempo de invierno un verdadero lodazal en el cual los animales apeñuscados se hunden hasta el encuentro y quedan como pegados y casi sin movimiento. La casilla, por otra parte, es un edificio tan ruin y pequeño que nadie lo notaría en los corrales de no estar asociado su nombre al del terrible juez y a no resaltar sobre su blanca pintura los siguientes letreros rojos: «Viva la Federación» Viva el Restaurador» y la heroína doña «Encarnación Escurra» «Mueran los salvajes Unitarios». 
 
El texto indica sin lugar a dudas, la inclinación política de Echeverría, un vehemente adversario de Juan Manuel de Rosas. Por ordenanza que establecía su traslado, el matadero fue desmantelado en 1870, ordenándose la apertura de una plaza pública. Esta fue inaugurada recién en 1872 con el nombre de «Plaza de los Inválidos» en homenaje a los sobrevivientes de la guerra de la triple Alianza. En 1885 se instaló en gran parte del terreno el Jardín Botánico del Sur, dedicado al cultivo de especies arbóreas para las calles de la ciudad.
 
El vivero fue desmantelado en 1958. 
 
Por fin en agosto de 1982, el intendente de facto Guillermo del Cioppo determinó que debido a la extensión del predio se denominara Parque España, que es el que hoy conocemos.
 
La zona existente dentro de los límites que determinan la Vélez Sarsfield, avenida Caseros, Paracas, Ituzaingo, General Hornos, avenida Caseros nuevamente hasta calle defensa y la continuación de esta avenida Patricios, llegando al riachuelo que la une con Vélez Sarsfield; significan dos tercios del total del territorio barrial.
 
Es cierto que dentro de estos dos tercios hay una franja delimitada por la calle Osvaldo Cruz desde Vélez Sarsfield hasta la avenida Montes de Oca para seguir por Río Cuarto y llegar a la avenida Regimiento Patricios y el riachuelo y luego por este hasta unir con Vélez Sarsfield;  donde los establecimientos fabriles ocupan casi el total de la superficie, además en las inmediaciones del puente Bosch junto al riachuelo existe el asentamiento llamado Villa 26 con unas 700 personas.
 
De todos modos el 90% de esta figura se puede considerar dentro de los parámetros atribuibles a la clase media. 
 
El tercio restante del barrio, definido por avenida Vélez Sarsfield, avenida Amancio Alcorta, las calles Lafayette, Miravé, Iguazú y la prolongación de esta hasta el riachuelo, que se prolonga hasta Vélez Sarsfield, sumado al 10% que se restan a los otros dos tercios?. se puede afirmar que es la otra cara de la moneda. 
 
Una parte importante de esta fracción está ocupada por establecimientos fabriles, tierras pertenecientes a ferrocarriles, algunos clubes con sus campos deportivos y unos pocos sectores con viviendas que escapan a la marginalidad, en su mayoría situadas entre la avenida Vélez Sarsfield y la calle Luna en toda su extensión.
 
A partir de esta última arteria hasta el linde con el barrio de Nueva Pompeya, es indiscutible que la población existente está en emergencia habitacional, económica y cultural.                   
 
Barracas tiene el triste record de albergar en su territorio el asentamiento de emergencia más grande de la ciudad de Buenos Aires, compuesto por tres núcleos principales: Villa 21 el más extenso, Villa 24 formada por tres manzanas contiguas al Riachuelo y la más antigua denominada «Zabaleta»; aparte de otras secciones menores llamadas Loma alegre, Robustiana, Agustín Magaldi y Barrio el Ceibo también llamado «Barrio Nuevo».
 
Los que conocemos el lugar, porque en algún momento por distintas razones que no vienen al caso, hemos palpado de cerca este modo de vida, sabemos que la gran mayoría de los habitantes de estos asentamientos es gente de trabajo, seres humanos que sufren física y moralmente por tener que vivir con aprietos económicos y además porque la falta de atributos culturales no les permiten ascender en la escala social, saben que están atrapados en un universo de indigencias que sin duda, padecen y toleran. Saben, son conscientes de que sin la ayuda oficial es imposible acceder a un modo de vida digno.
 
Es destacable la actividad misionera de miembros de la iglesia como el padre Lorenzo de Vedia conocido como el padre «Toto» un cura que recorre la villa en bicicleta; en declaraciones al diario La Nación dijo: «Como sociedad no hemos aprendido que las villas ya no son algo de otro mundo, sino que son parte importante de la ciudad. El mito de que todos los villeros son chorros sigue muy instalado y nosotros luchamos para que la gente entienda que acá hay gente buena y laburante». 
 
Mientras en las puertas de la iglesia de Nuestra Señora de Caacupé muchas madres con sus hijos en brazos esperan les entreguen las ropas obtenidas en las últimas donaciones. Una situación que se repite constantemente.
 
Según estimaciones del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en estos asentamientos habitan unos 45.000 habitantes, ocupando un total de 65 hectáreas. La población total del barrio de Barracas es de 78000 habitantes en una superficie total de 7,6 Km2.
 
Las mismas evaluaciones estiman que el total de habitantes de las villas de emergencia en el área urbana de la ciudad de Buenos Aires, ascendería a 200.000 habitantes, un cincuenta por ciento más que en el año 2003.
 
Las siguientes vistas satelitales muestran las notables diferencias de la densidad poblacional en Barracas en el término de nueve años.                   
                                   
Densidad de población en el año 2005
 
Densidad poblacional Barracas 2005
 
 
Densidad de población en zona de villas el año 2014   
Densidad poblacional en Barracas 2014