La pizzería emblema del barrio, El Fortín, fue declarada Bar Histórico por el Gobierno de la Ciudad, a fines del año pasado. Entrevistamos a Rafael Avendanio, parte de la historia de ese «fortín» tan particular.
Todo se inició en el año 1962, cuando 5 amigos, devenidos en socios, vinieron al barrio y abrieron en Lope de Vega y Álvarez Jonte una pizzería, después de andar por diversos bares y confiterías de la Ciudad.
Los hermanos Manuel y Andrés Iglesia (este último ya fallecido) y Manuel Montaña, se conocieron en España, más precisamente en Santiago de Compostela. Por su parte, Eduardo «Cholo» Bersaquia y
Perfecto Purdon nacieron en el país. Ellos 5 serían los fundadores de la pizzería, pastelería y empanadas que abriría con el nombre El Fortín.
A mediados de la década de 1940, Manuel Iglesia empezó a trabajar en una panadería ubicada sobre la avenida 9 de Julio, aprendiendo desde cero el oficio.
«Cuando se fue de aquél trabajo, Manuel Iglesia manejó su propia pizzería, hasta que llegó el año 62 y los amigos provenientes de España alquilaron el actual local que en ese entonces dependía del Fondo de Comercio. Justo en ese momento, Bersaquia y Pulgón entraron a trabajar» relata Rafael Avendanio, trabajador del Fortín hace 34 años.
A diferencia de lo que todos supondrían, el nombre no guarda relación alguna con el club de Liniers, Vélez Sársfield: «Absolutamente nada que ver, cuando ellos agarraron el local, ya tenía ese nombre. Antes acá, al parecer, había una cantina» aclara Rafael mencionando también que Pulgón pensó en vender la fugazeta redonda, en vez de rectangular, como era común en esos años, teniendo un éxito bárbaro e inmediato.
La permanencia histórica y símbolo barrial que posee El Fortín le valió, a fines del 2006, la designación de Bar Histórico por parte del Gobierno porteño. «Realmente es un orgullo muy grande. Creo que pizzería, es la primera en el barrio. Yo que estoy más acá, a veces veo a Pulgón que, aún a su edad, viene a trabajar y el orgullo que tiene es increíble. La verdad que lo que hizo y sigue haciendo es admirable» se emociona Rafael, dejando al descubierto el afecto y aprecio que siente por Pulgón y la pizzería.
En relación al fútbol, al Fortín concurren jugadores de todos los clubes cercanos.»De All Boys, de Vélez, de Argentinos, todos pasan por acá. Incluso los hinchas de distintos cuadros pueden estar con las camisetas de sus clubs sin ningún problema. Uno puede estar con la camiseta de Boca y otro con la de River que no pasa nada. No sé si eso sucede en otro lado, por lo menos yo no conozco» se pregunta Rafael, dejando ver el tipo de convivencia que se respira en El Fortín.
También los políticos han elegido a la pizzería como punto de encuentro para sus campañas electorales. Por allí desfilaron Mauricio Macri, Ibarra, Artaza, Bullrich.
¿Y los famosos? Pues, nada más ni nada menos que Maradona, Fito Páez, Los Nocheros, entre tantos otros.
En El Fortín trabajan 18 empleados, contando la mañana y la noche. Consultado sobre el intenso y constante trabajo, Rafael asegura que los fin de semana llegan a salir 750 pizzas.
«A veces salen muchas pizzas a salones, y las porciones. Los días de semana, si se trabaja mucho podemos llegar a las 300, pero ahora en verano no es tanta la venta, cosa que cambia en invierno».
«Hoy día, la mayoría de los hacedores del Fortín tienen 78 años. En este momento, trabajan allí dos hijos y un sobrino de los dueños, de manera que la tradicional pizza del Fortín tiene garantizada una larga vida por delante; y en nuestro barrio.
