Parroquia Nuestra Sra. de Caacupé

Iglesia Caacupe, obra de Patricia IllaParroquia Nuestra Sra. de Caacupé

paisaje realizado en pastel por Patricia Illa [email protected]

Blogspot: Paisajes y Cosas

fuente: http://paisajesycosas.blogspot.com.ar/2011/08/iglesia-de-caacupe-caballito-buenos.html

Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé

Está ubicada en Av. Rivadavia 4879 en el barrio de Caballito obra del arquitecto Alejandro Christophersen. Este predio, era en el Siglo XIX, una de las tantas quintas que estaban frente a la muy conocida de los Lezica, actual Parque Rivadavia, que pertenecía a una reconocida familia británica, los Wanklin. Esta quinta pasó a ser ocupada por Julio Argentino Roca cuando fue Presidente de la Nación.

El 22 de setiembre de 1882 desembarcaron en el puerto de Buenos Aires procedentes de Liverpool, las primeras religiosas de la Congregación de la Santa Unión de los Sagrados Corazones quienes, previa compra, erigen su convento en la quinta de los Wanklin donde establecen la base de la Congregación en la Argentina e inmediatamente comienza a gestarse la idea del Colegio. En escasos dos meses, desde ese 10 de diciembre hasta el 16 de enero de 1883, las religiosas improvisaron el Colegio, muy elemental en sus comienzos, y prepararon, en una de sus salas de recibo, un altar provisorio donde por primera vez celebró la Santa Misa quien sería su capellán, el Padre Juan Nepomuceno Terrero, luego Obispo de La Plata. A partir de esta primera misa, el Arzobispo de Buenos Aires, Monseñor ANEIROS, dio la autorizacion para que las religiosas tuvieran el Santisimo en la casa, lo que permitió la celebración diaria de la Misa. El 6 de mayo de 1885 se comenzó a edificar la primera capilla, la que, terminada el 15 de setiembre, fue bendecida por Monseñor Aneiros, asistido por los Padres Dillón y Terrero. En abril de 1906, es decir, dos décadas después, esta capilla quedó chica y se adquirió un terreno vecino, al oeste del convento donde se levantaría otra capilla y se ampliaría la escuela gratuita. Un año después, Monseñor Antonio Espinosa bendijo la nueva capilla, construcción de sobrio estilo romántico, que aún conserva, y que fue obra del prestigioso arquitecto Alejandro Christophersen, quien es también autor de importantísimos trabajos artísticos en nuestra ciudad, entre los años 1880 y 1920.

En 1930, el gobierno del Gral. Agustín P. Justo decidió aprobar un proyecto por el que la Municipalidad de Buenos Aires debía estar instalada en el centro geográfico de la ciudad, es decir Caballito, y para ello se instalaría en el terreno que ocupaba el Colegio de la Santa Unión y la Capilla. En 1937 se aprobó la Ley de Expropiación, la cesión de otros terrenos y la indemnización a la Congregación y finalmente el 11 de marzo de 1939, Monseñor Rocca celebró la última Misa expropiación y finalmente el 11 de marzo de 1939, Monseñor Rocca celebró la última misa. Se desafectó el templo del culto y al día siguiente la Congregación se trasladó a la calle Seguí 921, frente a Plaza Irlanda.

Desde entonces, separada del edificio del colegio, que pasó a usarse para otras actividades, la capilla quedó inactiva y abandonada a su suerte. En pésimo estado se encontraba el templo cuando, después de varios años y al no concretarse el proyecto original, el 7 de abril de 1983, el Municipio hizo entrega formal del templo al Episcopado y se le asignó la categoría de sede de una nueva Parroquia y Santuario bajo la advocación de Nuestra Sra. de Caacupé, Patrona de la hermana República del Paraguay. Esta significativa designación tuvo por finalidad promover la integración latinoamericana de devoción mariana.

El pueblo paraguayo, que venera a la milagrosa Virgen de Caacupé, su Patrona Nacional, recibió con profunda satisfacción y alegría la noticia de que en el barrio de Caballito de la ciudad de Buenos Aires, por disposicion expresa de su Arzobispo, se asignaba a un templo casi centenario, reconstruído sobre las ruinas de una vieja capilla, la categoria de sede de una Parroquia y Santuario bajo la advocacion de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupe.

Para organizar todo lo relacionado con la nueva comunidad cristiana, la restauracion y el total equipamiento integral del viejo templo y la proyeccion definitiva y total de este nuevo centro de irradiacion espiritual, fue designado Monseñor Alberto Petralito, quien con su amplia y aquilatada experiencia, su entusiasmo y capacidad de convocatoria logró nuclear a su lado un magnifico grupo de feligreses que compartian sus inquietudes, y que por amor a Dios y a su Santa Madre no escatimaron esfuerzos para lograr los objetivos señalados.
La Comuna anunció que repararía lo esencial del Templo, el que formaría parte de un cierto “complejo urbanístico” con una Escuela Municipal (el antiguo colegio de la Santa Unión) un Jardín de Infantes y Preescolar desmontables y la apertura de algunas calles.
Pero, como el tiempo transcurría y el Municipio se demoraba en cumplir lo prometido, finalmente, a principios de diciembre 1983, se le pidió a Mons.  Petralito que encarara su tarea sin más demoras.

El 18 de febrero de 1984, como fruto de la preocupación y el abnegado esfuerzo de los primeros feligreses que se acercaron para colaborar con el Párroco, se concretó la anhelada y solemne habilitación del Templo, presidida por su Eminencia el Cardenal Juan Carlos Aramburu, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina.

El 3 de junio de 1984, es una fecha trascendente y de profunda motivación religiosa para el barrio de Caballito, porque ese día llegó por primera vez al templo la venerada imagen de Nuestra Señora de Caacupé, desde la hermana República de Paraguay.  La trajo personalmente Monseñor Felipe Santiago Benítez, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya.
Con profunda religiosidad y fervorosa alegría, la imagen fue introducida en el templo y colocada junto al Altar Mayor.

Fuente de la Información: http://caacupecaballito.com.ar

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