Carlos Suárez – Una noticia sobre Monte Castro publicada en Buenos Aires en el año 1823

barrio de Monte Castro y barrios limítrofesPrácticamente encerrado entre Villa Devoto, Villa del Parque, Floresta, Vélez Sarsfield, Villa Luro y Versailles, carece el barrio de Monte Castro de un conocimiento más acabado por parte de los vecinos de la ciudad, no obstante la antigua presencia del sitio,  asociado a  su denominación como Chacra o Monte de Castro desde principios del siglo XVIII como ha quedado demostrado en las investigaciones realizadas, en especial la que llevara a cabo Arnaldo J. Cunietti-Ferrando, Monte Castro. De la chacra al barrio, publicada en 1970. 

En esta oportunidad y con esta colaboración se procura difundir una noticia que publicada en 1823 hace referencia concreta a la existencia de un pequeño vecindario en las tierras que incluían  e incluso rodeaban a la casa principal de la chacra de Monte Castro. La noticia que nos convoca fue publicada en “La Abeja Argentina”, que puede considerarse como la primera revista  científico-literaria del  Río  de la Plata. Esta revista era editada por la Sociedad Literaria  y en total, entre 1822 y 1823 se publicaron 15 números y contó con colaboradores de prestigio, tales como Manuel Moreno, Vicente López, Valentín Gómez, Antonio Sáenz, Felipe Senillosa, etc..

El “mal del grano” en Monte de Castro

En  la Sección MEDICINA del Nro. 14 de “La Abeja Argentina” (de fecha 15 de junio de 1823) se informa sobre una epidemia de viruela que había comenzado a desarrollarse en las tierras del Monte de Castro; que causas se atribuyen y que medidas deben tomarse al respecto. Puede apreciarse la mención a territorios que rodean el sitio, explotaciones económicas contaminantes y limites que se continúan en nuestro tiempo. El envío por parte del gobierno de una comisión sanitaria,  ratifica se está en presencia de edificaciones y vecinos estables.

Cabe consignar que en la obra de Cunietti-Ferrando, arriba citada,  se ha documentado el informe producido por los doctores Juan Antonio Fernández y Pedro Rojas, miembros de la  comisión designada  por las autoridades. En base a dicho informe se confeccionó la nota periodística que en junio de 1823 apareciera en “La Abeja Argentina” y que se transcribe in extenso a continuación: 

“La Abeja Argentina” Nro. 14

Buenos Aires,  15 de Junio de 1823. MEDICINA

p.188:  PUSTULA MALIGNA (*).  A principios del mes pasado, el tribunal de medicina, como encargado de velar sobre la salud pública, representó al gobierno, que en el Monte de Castro distante tres leguas de esta ciudad, había aparecido la pústula maligna, y pidió que se nombrase una comisión, que trasladándose inmediatamente a aquel punto tomase conocimientos sobre las causas que puedan haber producido dicha enfermedad, y propusiese los medios de destruirlas. El gobierno nombró sobre la marcha a este efecto al prefecto del departamento de medicina y al médico de policía, quienes a su regreso expusieron; que por las nociones que habían adquirido del vecindario de citado punto y sus inmediaciones, la pústula maligna se dejó ver a fines de abril sobre el ganado vacuno, de cuya especie murieron algunos individuos; que el contagio pasó de /
p.189:  estos a los hombres, y que en distintas épocas fueron atacadas cuatro personas, de las cuales, de las que dos fueron reconocidas por la comisión en el campo; una ha muerto, y otra existe, curándose, en la ciudad; que tres de ellas habitaban la casa principal, conocida con el nombre de Monte de Castro, y la cuarta en una choza a distancia de tres cuadras de ella.

Sobre las causas de la epidemia, la comisión, expuso; que a distancia de cuatro cuadras al Sur de la casa llamada de Campana, se mata casi diariamente un número considerable de yeguas para la fabricación de su aceite; que extraído éste, se abandonan todos los demás despojos en el campo, los que pudriéndose libremente despiden un olor nauseabundo e intolerable, que se deja sentir a distancias considerables, y que tal es en su juicio la causa de la epidemia, pues ella misma la suele producir en la Europa especialmente en el medio día de la Francia, que de tiempo en tiempo es asolada por esta plaga terrible; que la escasez de aguas de la presente estación secados todos los puntos donde el ganado bebía, lo obliga a recostarse sobre las márgenes de un arroyo permanente, que corre a corta distancia del foco de infección, y que obrando este sobre muchos individuos a la vez, su acción es más segura; que por otra parte ella es reforzada por el matadero que está a espalda del pueblo de San José, que absolutamente carece de policía;  que por último la remoción de estas causas haría cesar la epidemia que recién principiaba. El gobierno dio por medio de la policía las órdenes convenientes a este efecto, y el mal se ahogó en su cuna. La enfermedad ha desaparecido totalmente.   

(*)Enfermedad conocida vulgarmente con el nombre de mal del grano.

Buenos Aires, Enero de 2011
por Prof. de Historia Carlos Suárez

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