Liliana N. Raffo: Tiempo de Carnaval

Nací y vivo en Villa Urquiza hace 51 años, el año pasado les mandé un cuento que escribí para un concurso que realizó la salita de Terrada, por el cual recibí una mención especial Mi Infancia, ahora les mando lo que escribí sobre los Carnavales que lo mandé al diario El Barrio.

Gracias por tener esta posibilidad de escribir en sus páginas sobre gratos recuerdos.

Liliana Raffo –[email protected]

TIEMPO DE CARNAVAL

Tiempo de carnaval, los recuerdos de la infancia brotan, que épocas aquellas, cuando a las tardes jugábamos con pomos,  bombitas de agua y baldes, entre los chicos y adultos de las cuadras (Pirán y Medeiros) era una batalla campal, había un vecino que tenía una pileta de natación en la que guardábamos las bombitas de agua, las puertas de las casas estaban abiertas para entrar y salir sin problema, (no había inseguridad).
Luego de jugar, a cambiarnos, para ir a disfrutar en familia de las Murgas, en el Club California o Islandia, donde entre murga y murga se hacían concurso de disfraces de los niños, papel picado, serpentina y lanza perfume en mano, pasábamos unas horas hermosas, disfrutando los cantos las piruetas del lanza llama, y quedarnos admirados al ver algún travesti ente la comparsa.  Si no podíamos entrar al club, porque se habían agotado las entradas, nos quedábamos en la calle y las murgas cuando bajaban de los camiones o colectivos que los trasladaban, hacían un breve show en la calle, al entrar y al salir.
A la noche el baile, en los clubes del barrio, PINOCHO, PENACHO AZUL o el 17 DE AGOSTO, en estos dos últimos llevaban orquestas y cantores de la época, como antes a las chicas no las dejaban ir sola a bailar siempre iban los padres de alguna de ellas, y se sentaban en las mesas para controlar a las nenas.
Con el paso de los años, todo esto se fue perdiendo, por el progreso por la pérdida de tradiciones, no sé, hoy nuevamente podemos ver corsos en los distintos barrios, pero no es lo mismo, no hay ese ambiente familiar, hay mucha desorganización, entre murga y murga pasa mucho tiempo, detrás del vallado la gente se amontona, no se puede disfrutar del show, no se ven los chicos disfrazados, dirían los chicos QUE  ANTIGÜEDAD!!!!!!!!
Si, es cosa antigua, pero los que hoy tenemos 50 o más podemos contarles a nuestros hijos o nietos, que hermosa fue esa época, como vivíamos nuestra niñez a pleno, disfrutando paso a paso las etapas de la vida. 

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