La Fiesta de la Alasita 2019 se festeja en Villa Lugano

Fiesta de la AlasitaEl jueves 24 de enero de 11 a 19 en Santiago de Compostela y Mozart, Villa Lugano, se rendirá honor al Ekeko, Dios de la Abundancia, en la Fiesta de la Alasia.  

La Fiesta de Alasita brindará por octavo año consecutivo, la posibilidad a todos los vecinos de acercarse a la propuesta cultural de la colectividad boliviana. Será el jueves 24 de enero, de 11 a 19 en Santiago de Compostela y Mozart (Villa Lugano).

Habrá espectáculos artísticos y alrededor de 60 stands gastronómicos y culturales para que todos puedan disfrutar de una de las fiestas más tradicionales de esta comunidad hermana.

La Fiesta de la Alasita se celebra todos los 24 de enero en la ciudad de La Paz y se extiende por el lapso de aproximadamente tres semanas. Durante el evento se rendirá honor al Ekeko (Dios de la Abundancia). Esta tradición es, en la actualidad, un elemento cultural común de la sociedad boliviana y una de las fiestas más importantes de Bolivia.

El público que se acerque podrá comprar miniaturas de distintos elementos del hogar como dinero, autos, casas, ropa, etc. y encomendarlas al Ekeko, para que las transforme en realidad en el futuro. Al mediodía del 24 de enero, los que han adquirido las miniaturas las someten a un ritual que puede variar según el celebrante. Éste consistirá básicamente en una challa, rito andino que incluye una rociada con alcohol o vino, pétalos de flores, sahumerio, adornos coloridos y oraciones que mezclan tradiciones prehispánicas y católicas.

En la edición de este año habrá un Centro de Información y Orientación al Migrante que funcionará como espacio de encuentro y asesoramiento para toda la población migrante. Este dispositivo contará con personal capacitado que se dedicará a brindar información y asesorar a la población migrante sobre cuáles son sus derechos y qué tipo de trámites pueden realizar en la Ciudad.

La Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural trabaja en conjunto con las colectividades para fomentar y visualizar sus culturas con el objetivo de mantenerlas vivas en los vecinos porteños.

EKEKO

(fuente www.portaldesalta.gov.ar/ekeko.html)
Con los nombres de Ekeko, Iquiqu o Tonupa se conoce al dios de la abundancia y de la Felicidad para los Aymaras y Collas cuyo culto abarca desde el centro de Perú hasta el noroeste de la Argentina.
Se lo representa con un muñeco realizado terracota y generalmente mide 20cm de altura y es la representación de un hombre con las típicas vestiduras de la región andina. En su cuerpo cuelgan bolsitas conteniendo tabaco, cereales y billetes enrollados a modo de ofrendas para favorecer la compra de bienes materiales. Quien tenga un Ekeko puede colocar aquellas ofrendas en miniatura que simbolizan aquello que desea obtener colgando del muñeco o a su alrededor.
Pero para que los deseos se concreten es necesario hacer “fumar” al Ekeko, quien presenta en su boca es espacio para el cigarrillo, mientras de agrega la ofrenda o, según dicen, los días viernes es más efectivo. La concreción del deseo se asegura si sale humo del cigarillo como si el Ekeko fumara.
Historia:
El ekeko es una deidad venerada desde siglos antes de la conquista del territorio por los españoles. Sus seguidores creían que ahuyentaba la desgracia de los hogares y atraía la fortuna.
Se piensa que se originó entre los Tiwanaku, habitantes del altiplano boliviano y de las riberas del lago Titicaca. Tras la conquista por los incas, estos adoptaron la deidad, y la convirtieron en símbolo de la fertilidad y la buena suerte.
En sus inicios, el Ekeko era de piedra, jorobado, tenía rasgos indígenas y no llevaba ningún tipo de vestimenta: su desnudez era el símbolo de la fertilidad.
En la colonia el culto a la deidad tomó nueva fuerza y, en La Paz, durante el cerco que ésta ciudad soportó durante un alzamiento indígena contra el control español.
La Iglesia Católica intentó erradicar su culto en tiempos de la conquista, sin mayor éxito, aunque la imagen llegó a sufrir ciertos cambios: fue vestida y sus rasgos cambiaron a los de un mestizo.
Hoy en día, existe en la sierra sur del Perú como en el occidente de Bolivia la creencia de que el ekeko es capaz de conceder los deseos de sus seguidores si estos le ofrecen una copia de ellos en miniatura, y muchos tienen en casa una imagen para que les resuelva los problemas, dejando dinero a su lado y manteniendo un cigarro encendido en su boca, que sólo puede consumirse hasta la mitad. Las figuras que le ofrecen son de cerámica, metal o piedra, reproducciones exactas del objeto de sus peticiones: automóviles, electrodomésticos y alimentos. Cuando se desea amor, se le entregan miniaturas de gallos y gallinas.
La deidad es conocida en los diferentes lugares del mundo donde colonias de emigrantes bolivianos han extendido su culto.
La figura del Ekeko tomó gran popularidad en la provincia de Buenos Aires (Argentina) durante el periodo hiperinflacionario de los años ochenta. Allí sus adeptos lo tomaron como una especie de patrono de la fortuna.

Historia de la Fiesta de Alasita

La fiesta de las Alasitas se celebra todos los 24 de enero en la ciudad de La Paz y se extiende por el lapso de aproximadamente tres semanas. Esta tradición, que se originó en la época prehispánica, adquirió aceptación y vigencia en la sociedad de la época colonial. En la actualidad, es un elemento cultural común de la sociedad boliviana y una de las fiestas tradicionales más importantes de Bolivia.
La fiesta de las Alasitas -que en aymara significa “cómprame”- es una de las prácticas culturales más conocidas de la comunidad boliviana en nuestra ciudad.
Se celebra todos los 24 de enero en la ciudad de La Paz y se extiende por el lapso de aproximadamente tres semanas. Se trata de una feria artesanal cuyo verdadero fin es el de pedir buena suerte a los dioses. En ella se venden miniaturas con la esperanza de que se conviertan en realidad mediante la intervención de la deidad aymara Ekeko.
Dinero, autos, casas en miniaturas y lo que te puedas imaginar, cada miniatura que simboliza un deseo se denomina “alasita”. Cada uno se dedica a conseguir lo que desea adquirir durante el año. Con ese objetivo, cada 24 de enero una multitud de personas se congregan medio de folklore, artesanías, tradición, música y baile. El Ekeko, pequeño, casi enano y fumador empedernido, es, según las viejas creencias paceñas, un dios de la prosperidad y la fortuna. Es, entre otras cosas, el encargado de ahuyentar las desgracias y traer la alegría al hogar.
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