Soy un vecino de Parque Avellaneda. y pienso que esta anécdota puede servir para seguir llenando esa página. Muchas gracias.
1839: Rosas vence en la revolución de Dolores y empezaban las represalias
Algunos terratenientes recurrieron a la astucia para evitarlas.
Cuando tropas federales ocuparon la Chacra de los Remedios, de Domingo Olivera, destacado Rivadaviano éste, al ver su ruina segura, se presentó ante Rosas, en Palermo, con ropas andrajosas (refiere Francisco Scardin) y al ver su aspecto Rosas se asombra y le pregunta:
-¿Cómo, usted es Domingo Olivera, el adorno de los salones en su tiempo, el amigo de Rivadavia?
-Si señor, -contesta el interpelado- He fundado una familia y tengo que trabajar para mantenerla.
«Asi deberían ser todos los hombres, dijo Juan Manuel. Yo siempre he tenido a usted por un salvaje unitario decente y sólo siento que usted tenga semejantes ideas. Pero es usted consecuente con su manera de pensar y yo tengo que respetarle.
Y dirigiéndose a sus oficiales, el Restaurador agregó:
-Aquí les presento a mi amigo Domingo Olivera, un hombre trabajador y honrado como pocos, que nadie se meta con él.
Nota: La anécdota fue extraída por mí del libro «Los estancieros» de María Sáenz Quesada. (1991)
