Se encuentran desperdigados en distintas esquinas de nuestra ciudad, cada vez quedan menos yacen olvidados de la mayoría de los apurados ciudadanos, sufren el abandono de parte de las autoridades ya que estos simpáticos buzones rojos con forma de cilindro forman parte del patrimonio de la ciudad lamentablemente no gozan de catalogación o protección patrimonial alguno.
Orígenes de los buzones en el mundo
Los primeros buzones en la historia eran cajas de madera llamadas «Tamburi», siendo utilizados en Italia desde el año 1529 su función era para depositar denuncias anónimas dirigidas a las autoridades de los poderes públicos locales, estos primitivos aparatos estaban ubicados preferentemente en las iglesias.
Los primeros buzones se instalan en la ciudad
Los primitivos buzones que se instalaran en nuestra ciudad no serán como los que actualmente conocemos, estos buzones eran cajas de madera incrustados en las paredes, se empezaron a colocarse en el año 1858 durante el inicio de la gestión de Gervasio A. de Posadas (nieto del primer Director Supremo) al frente de la Administración General de Correos, siendo este funcionario quien impulsara a instalar los primeros seis buzones en el antiguo radio céntrico de la ciudad en las plazas: «Lorea», «De la Independencia»(Manzana parcialmente demolida entre las calles Independencia, Estados Unidos, Lima y Bernardo de Irigoyen) , «Del Temple» (hoy «Suipacha»), en la Capitanía del Puerto (Alem entre Perón y Sarmiento), los dos restantes buzones serian instalados en las Estaciones: «Del Parque»(Manzana que ocupa actualmente el Teatro Colon) y la «Once de Septiembre» del flamante Ferrocarril del Oeste inaugurado en 1857.
Para 1868 los primitivos buzones de madera serán cambiados por otros «Cajas metálicas» siendo en ese entones un total de 22, sin embargo estas «Bocas de carta» no estaban por esos tiempos al alcance del público a cualquier horario ya que al estar instalados en casas de comercio su uso se restringía al horario de atención de estos comercios.
Llegan los primeros buzones «cilíndricos»
El formato típico del buzón porteño tal como lo conocemos llegaran en 1874 desde Inglaterra siendo ocho las primeras unidades, habían sido encargados por gestión de Eduardo Olivera notable Director de Correos y Telégrafos, funcionario que alentara la Ley de Correos de 1876 como el ingreso de la Argentina como país miembro de la Unión Postal Universal 1878. Para el año 1879 ya eran 40 los buzones cilíndricos instalados en la ciudad.
Buzones de fabricación nacional
A mediados del año 1895 el Director Gral. de Correos y Telégrafos Don Carlos Carles firma contrato con los Talleres «Fénix» de los hermanos Basch para la construcción de buzones pilares. Para el 1900 se fabricaran masivamente para la ciudad y el interior del país los buzones cilíndricos, fabricación que recaerá mayoritariamente a los Talleres Metalúrgicos Vasena del barrio de San Cristóbal, los de Guido Scorassino y los antes mencionados Fénix, llegando a la década del ’30 a más de 4600 aparatos fabricados en el país.
Los colores que lucieron al pasar los años
Nuestros queridos buzones tuvieron distintas tonalidad de colores desde que llegaron de Inglaterra en 1874. El clásico color rojo inicial llegara invicto casi centenario, ya que en 1972 con la creación de la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENcotel) los buzones tomaran el color institucional de la empresa luciendo de «negro y amarillo» en las esquinas porteñas a la par de los Taxímetros.
Luego con la llegada de la democracia en 1983 se decide pintar a los buzones con un «exótico» color verde claro, por suerte esta desafortunada elección durara poco tiempo ya que a comienzos de 1987 nuevamente los buzones porteños volverán a lucir orgullosos su clásico color rojo. Pero no será esta la última pintada de los buzones ya que con la privatización de Encotel en 1997 la empresa correos pasa a manos privadas con el nombre de «Correo Argentino» que decide pintar sus buzones con los colores institucionales de la empresa luciendo un llamativo color «Azul y Oro», disposición que no durara mucho ya que en 1998 la empresa concesionaria decide reimplantar el clásico color rojo a los buzones porteños, medida de alegría por aquellos años ya que se recuperaba el clásico color esquinero porteño.
Esquinas con Buzones famosos
Dos casos donde la habitantes de la ciudad actuaron por el arrebato de su patrimonio histórico fueron donde los buzones no solo cumplían su función postal si no también el sentido de identidad y pertenecía que provocan estos aparatos, hicieron que se reinstalaran en algunos lugares donde estaban ubicados, los casos más conocidos fue en 1999 con el buzón que fuera retirado de la calle Centenera y Tabaré en Nueva Pompeya donde se ubica el Museo Manoblanca precisamente su dueño Gregorio Plotnicki envió una carta a las autoridades pidiendo el regreso del buzón porque había creado una «desazón» en el vecindario al poco tiempo se volvió a ubicar al buzón en el histórico lugar como agradecimiento Plotnicki creo al «Orden del Buzón» que consiste en una pequeña réplica exacta de nuestros buzones este galardón es entregado anualmente a destacadas personalidades de la cultura. Otro caso famoso fue el buzón que se fue restablecido en la calle Sanabria al 3200 donde los parroquianos del Café Notable de García en Villa Devoto pusieron el grito en el cielo cuando habían sacado su mítico buzón lo curioso fue que el mismo dueño del café se tuvo que hacer cargo de la tarea de recolección de las cartas.
Detalles técnicos de los Buzones
Los buzones porteños cilíndricos tienen estas características básicas:
El buzón es de hierro fundido en su cabeza y garganta con un peso de 74 kg. El Cuerpo es de chapa de hierro de 5mm. de espesor, pesa 56 kg. y tiene un alto de 91 cm. el diámetro es de 40 cm. de extensión, la base de cemento armado tiene un alto de 100 cm. y un diámetro de 40 cm. su peso es de 170 kg., la puerta tiene un alto de 72 cm. y un ancho de 34cm. en el interior tiene una bolsa de lona de 80 cm. de alto por 31 cm. de ancho que se encuentra sostenida por una aro.
Alto por sobre la vereda 1,535 cm. (de los cuales los 30 cm. inferiores son de cemento y están pintados de negro). Por debajo de la vereda tienen una profundidad de 70 cm.
Actualidad y futuro
En la actualidad sobreviven en la ciudad de Buenos Aires alrededor de 200 buzones ubicados mayoritariamente en el área central de la ciudad, quedando un promedio de 1 o 2 buzones por barrio( algunos de estos ni siquiera conservan uno)también generalmente se ubica algún buzón en la vereda de las sucursales del Correo Argentino, yo personalmente ubique aproximadamente 150 estando la mayoría fuera de servicio y muchos en total estado de abandono despintados, con publicad callejera, volteados o chocados, con faltantes y hasta inclusive algunos sirven de soporte de productos para venta «ambulante».
Su futuro es incierto ya que desde el GCBA o desde el Correo Argentino ha declarado ningún tipo de catalogación o protección de este antiguo «servidor» que es más que centenario dentro de nuestro patrimonio urbano. Con esperanza se aguarda alguna acción de distintas ONGs que defienden nuestro patrimonio histórico cultural.
– Llanes Ricardo M. «Antiguas Plazas de la Ciudad de Buenos Aires» Cuadernos de Buenos Aires.
– «Postas Argentinas» Revistas varios números.
http://www.talleresdelfenix.com/somos.htm
– Recortes periodísticos de los diarios Clarín, La Nación, Popular.
Fotos:
1) Año 1998 buzÓn Azul reemplazado por una rojo.
2) Eduardo Olivera Director de Correos y Telegrafos
3) buzón de los talleres del Fenix
4) Buzón verde
5) La «Orden del Buzón» distincion que entrega el Museo Manoblanca.
6) Cartero «Abriendo las entrañas de un Buzón».
7) Buzón negro y amarillo derribado en Barracas dacada del «70
8) Café de García y su buzón esquinero en Villa Devoto.
Jorge Resnik
Jorge Resnik
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los pintaron azul y amarillo antes de privatizar