Carlos Suárez – Las calles de Buenos Aires: Gabriela Laperriere de Coni

Curiosidades de nomenclatura
El caso de la (ex) calle Gabriela Laperriere de Coni 
¿Una cuestión de género?

Gabriela Laperriere de Coni
Gabriela Laperriere de Coni

Nuestra protagonista hoy es Gabriela Laperriere, nació en Burdeos, Francia, en 1866. Se recibió de maestra en su país y ejerció el periodismo. Muy joven llegó a la República Argentina, donde se casó con el Dr. Emilio R. Coni, médico higienista de importante desempeño en distintas instituciones relacionadas con la salud pública y especialmente al frente de la Asistencia Pública de Buenos Aires. Gabriela que había comenzado a incursionar en el ámbito de la literatura, recibe el impacto de un país y una ciudad donde al tiempo en que se asistía a un crecimiento económico, se visualizaba también una creciente desigualdad social y una situación de explotación obrera más acentuada todavía en las mujeres y en los niños.

Designada en 1901 como inspectora ad honorem de fábricas y talleres, sus informes elevados al Intendente de la ciudad de Buenos Aires, ponían blanco sobre negro las condiciones precarias y de insalubridad en que desarrollaban sus tareas, fundamentalmente las jóvenes trabajadoras y los niños. Sus críticas y denuncias pudieron leerse también en los diarios “La Prensa” y “La Nación” de Buenos Aires y en “La Vanguardia”, órgano del Partido Socialista (al que se había adherido y militaba). Otras publicaciones en las que colaboró fueron la “Revista de Higiene Infantil”, “Almanaque Socialista” y en ediciones de la Liga Argentina de Lucha contra la Tuberculosis. Los títulos de sus artículos son en sí mismo toda una definición de su interés y su búsqueda de erradicar aquellos flagelos que se abatían contra los trabajadores: La mujer y el niño en la fábrica; La mujer y el niño trabajador; Causas de la tuberculosis en la mujer y el niño obreros en la Argentina; El descanso dominical; Higiene industrial y reglamentación del trabajo en las fábricas. Su actividad, su experiencia concreta, su sensibilidad social, llevaron a Gabriela Laperriere a elaborar y presentar un proyecto de ley para la protección de los derechos de la mujer y del niño, que fue base de la legislación que con posterioridad se adoptó, como se reconoce en general en la bibliografía sobre la autora y en los antecedentes que utilizara el Dr. Joaquín V. González para redactar su Proyecto de Ley Nacional de Trabajo.

Su intensa actividad política y social llevaron a Gabriela a puestos de responsabilidad dentro del Partido Socialista, llegando a formar parte del Comité Ejecutivo y de la dirección del diario “La Vanguardia”. En 1904 – 05, fue una de las promotoras del Sindicalismo Revolucionario, que buscaba difundir el pensamiento de George Sorel, que reivindicaba una acción autónoma y exclusiva del proletariado a través de sus organizaciones gremiales y criticaba la excesiva importancia y decisión del sector político. En esta fracción disidente acompañaban a Gabriela Laperriere, Aquiles S. Lorenzo, Bartolomé Bosio, Emilio Troise y Julio Arraga, entre otros. El sector sindicalista fue duramente criticado en el VII Congreso del Partido Socialista (abril de 1906) y sus adherentes invitados a formar su propia agrupación. Unos meses más tarde (el 8 de enero de 1907) se producía el fallecimiento de Gabriela Laperriere.

Un proyecto y una calle

En el año 1933 un Concejal de la Ciudad de Buenos Aires, Pedro González Porcel, en un proyecto de Ordenanza, solicita se recuerde a Gabriela Laperriere de Coni, denominando así a una calle del Municipio. En sus fundamentos expresaba atributos de nuestra protagonista: “socióloga, escritora y oradora, fue todo un ejemplo, toda una mujer.” Oportunamente, y mediante Ordenanza Nro.5326/1933, publicada en el Boletín 3528 se designó así a una pequeña calle en el barrio de La Paternal. Iba desde Tres Arroyos hasta la actual Juan B. Justo, una cuadra de extensión, que terminaba prácticamente sobre las obras de entubamiento del Arroyo Maldonado.

Otro proyecto y la misma calle

El 23 de junio de 1923 había fallecido en Buenos Aires el Dr. Juan Agustín García, conocido docente y hombre de leyes, que llegó a camarista en la justicia federal. Como profesor ejerció en el Colegio Nacional Buenos Aires, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires y en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, también en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Fue inspector general de Colegios Nacionales y Escuelas Normales, e integró la Junta de Historia y Numismática Americana. Numerosas publicaciones lo fueron prestigiando en los ámbitos intelectuales: incursionó en el derecho, la sociología, la historia (recordamos La ciudad indiana, editada en 1900) e incluso la literatura (Memorias de un sacristánLa Chepa Leona, etc).

En 1934 la Sociedad de Historia Argentina presenta al Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires una nota, solicitando se rinda homenaje al Dr. Juan Agustín García dando su nombre a una “calle importante de la capital”. Tres años más tarde el Concejo accede al pedido (Ordenanza N° 8.770/1937, B.M. N° 4.971) y una calle de la ciudad pasa a llevar el nombre de Juan Agustín García. ¿El trámite? Reemplazar en el nomenclador a Gabriela de Coni por aquel “docente y hombre de leyes” para quien se pedía un homenaje.

Poco había durado el reconocimiento a quien había sido caracterizada “todo un ejemplo, toda una mujer”. Un trámite más, si hasta podría decirse normal. Pero todavía faltaba lo mejor. Es que casi simultáneamente al momento en que Gabriela Laperriere de Coni era desplazada de la topografía urbana, la Ordenanza Nro. 10.998 de 1939 imponía el nombre del Dr. Emilio R. Coni a un pequeño pasaje del barrio de Barracas. Y la historia continúa.

El 25 de agosto de 1939 la Sociedad de Historia Argentina dirige una nueva nota, esta vez al Sr. Intendente de Buenos Aires. No está de acuerdo con haber designado Juan Agustín García “a una pequeña y apartada calle del Municipio. Consideramos –dice el escrito- que el homenaje debe guardar proporción con la figura respectiva” y si bien celebra la Sociedad “el rasgo y la buena voluntad de los señores concejales, piensa que sería más adecuado elegir una calle importante de la Ciudad.”.

Año 1942: un nuevo enroque

¿Cómo llegar a lo “adecuado”; al homenaje proporcional? Un largo recorrido tenía por entonces la calle Médanos: desde su nacimiento en la calle Warnes en La Paternal, pasaba por Villa del Parque y Floresta, finalizando a la altura de Villa Luro. Si bien la ubicación geográfica no era en esos tiempos privilegiada, la extensión podía ser considerada “importante” si se compartían los criterios y argumentos sostenidos por la Sociedad de Historia Argentina. ¿El trámite? Una nueva Ordenanza, la 13.695 de 1942 busca corregir la “proporción”Médanos pasa a denominarse Juan Agustín García y viceversa. Ninguna observación respecto a Gabriela Laperriere de Coni.

Una explicación

No sabemos si el cambio generó protestas. No es propósito de la nota juzgar méritos y/o títulos respecto de Emilio RConi, o de Juan Agustín García, si demostrar el funcionamiento de toda una tendencia de ideas, valoraciones y poderes. El modelo predominante se manifestaba muy fuerte en la nomenclatura urbana. En los entramados de avenidas, calles y pasajes predominaban siempre los incluidos, y si en ocasiones y coyunturalmente ingresaban designaciones “incorrectas”, no iba a faltar oportunidad para excluirlas. El caso de Gabriela no fue un caso aislado, la calle Francisco López Merino se había llamado De los trabajadores hasta 1937, y una parte de la actual Lobería llevaba como nombre Democracia, que a pesar de su escasa extensión, también fue borrada. Lo propio ocurrió en 1942 con la avenida La Internacional que se transformó en General Benjamín Victorica. La mayoría de los cambios realizados respondían y reforzaban el modelo, un modelo que persiste, aún con las modificaciones parciales que se implementaron a partir de 1983, especialmente a través de las denominaciones que recuerdan en el barrio de Puerto Madero, a toda una serie de mujeres que se destacaron en la lucha política y social.

¿Una reparación?

El 14 de abril de 2011, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sanciona la Ley Nro. 3771 cuyo artículo 1ro. dice: Denomínase “Gabriela Laperriére de Coni” a los canteros centrales de la Avenida Elvira Rawson de Dellepiane.

por Prof. de Historia Carlos Suárez (Buenos Aires, octubre 2012)

Bibliografía.

  • Bertolo Maricel. Una propuesta gremial alternativa: el sindicalismo revolucionario (1904-1916). Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1993.
  • Cutolo Vicente Osvaldo. Buenos Aires: historia de las calles y sus nombres. Buenos Aires, editorial Elche, 1994.
  • Feijoo Mary. Gabriela Coni: la lucha feminista. En, “Todo es historia”, Buenos Aires, Nro. 175, Diciembre 1981.
  • Guía Integral Argentina. Poligrafía urbana de la Capital Argentina. Buenos Aires, 1935.
  • Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires. Barrios, Calles y Plazas de la Ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires, 1997.
  • Sociedad de Historia Argentina. Anuario de historia argentina. Año 1939. Buenos Aires, 1940.
  • Sosa de Newton Lily. Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986.
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